El objetivo del proyecto fue crear un espacio hibrido de trabajo y estudio, con una atmósfera cálida y divertida, para los alumnos de la Universidad Tecnológico de Monterrey, personal de la facultad y administrativos.
Se ubica en un edificio existente al sur de
la Ciudad de México donde la universidad buscó acondicionar varias áreas de
apoyo para su campus actual en remodelación, tomando un espacio del segundo
nivel con una superficie de 3,885 m2 en una sola planta.
El diseño se compone de tres áreas dedicadas al tipo de usuario: la de estudiantes, profesores y administrativos respectivamente. Con base en los deportes que se practican en este campus se trabajó en un diseño flexible con áreas colaborativas y privadas.
Las estaciones de trabajo son abiertas, los lugares
no están asignados y tienen altura ajustable, además de contar con áreas de
apoyo como estaciones de café, bebidas, impresión, archivo, cuarto de
lactancia, “nap room” y guardería. Una pista de atletismo rodea la oficina por
las circulaciones principales a manera de una ruta para tomar una gran
caminata, hablar por teléfono o interactuar con todas las áreas. El uso del
color, materiales y texturas hace cada espacio único, un campo de futbol
americano, una cancha de tenis, de basquetbol o una alberca son ejemplos de las
diferentes áreas donde converge la comunidad TEC.
La universidad se encuentra implementando nuevos y diferentes espacios que son visitados frecuentemente por los estudiantes. Desde varias actividades como trabajos escolares individuales o en equipo, tareas o estudiar para exámenes finales. Así mismo profesores y personal administrativo necesitan de nuevas áreas para el trabajo de día a día con una mayor flexibilidad y productividad.
Alrededor de 8,000 alumnos, 1,200 profesores y el personal administrativo del campus han estado los últimos años en espacios cerrados, separados y sin los lugares correctos para fomentar las reuniones tan necesarias para el fortalecimiento de la comunidad. El objetivo principal fue diseñar múltiples áreas que invitan a ser utilizadas y en el largo plazo formar parte de las actividades diarias de todos los usuarios.
La universidad está viviendo esta nueva cultura, donde los espacios son flexibles y el trabajo en equipo es un valor esencial, estos espacios híbridos son ahora un ejemplo en más de 30 campus en México.
Fotografía: Héctor Armando Herrera
Twitter: @usoarquitectura
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