Entendiendo siempre el carácter inmobiliario del encargo, el
equipo de Lavalle + Peniche Arquitectos realizó un proyecto formalmente
pragmático y local, modulando todo en ejes estructurales de 60 cm, con el
objetivo de no exceder claros mayores a 4.80 m de longitud, para poder usar el
sistema constructivo tradicional de block, vigueta y bovedilla. Para el acabado
final buscaron un material sencillo; un aplanado en polvo blanco que evoca el
color de la tierra del lugar y que a su vez es de bajo mantenimiento y recibe
con dignidad el paso del tiempo.
El proyecto se desarrolló en un terreno regular ubicado
dentro de una zona residencial intra-urbana con la intención de generar un
inmueble patrimonial para renta con la mayor cantidad de unidades vendibles
posible. La orientación y ubicación del predio y la libertad que otorgó el
cliente para proponerle la tipología más favorable, llevaron a un esquema
compositivo en forma de rehilete, el cual ordena 4 bloques habitables que giran
según sus necesidades y usos.
El segundo y el tercer bloque, giran en sentido contrario a las manecillas del reloj, buscando las mejores orientaciones y remetiéndose en el contexto para poder tomar mayor altura y respetar la escala de la zona.
El último bloque, gira de nuevo, colocándose de manera paralela a la vialidad, en un volumen de un nivel, que toma la escala del predio inmediato, y que genera un comercio abierto hacía la calle, ofreciendo una plaza arbolada a la ciudad y una azotea común para los usuarios del edificio y la colonia.
Fotografía: Onnis Luque
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