Por Eugenia González @eugeniagg
La estructura está hecha de madera y acero lo que le da la combinación perfecta entre rigidez y calidez. En la segunda planta se localizan la alberca y una cascada enmarcadas por barandales de vidrio templado de ½” que rodean la casa y recorren las escaleras a lo largo de toda la propiedad. El recubrimiento de los muros es de estuco con color integrado.
La ubicación del terreno contaba con una alta dificultad de construcción en una calle curva cerrada y al pie de una loma. Erika Winters permitió transformar el reto en una exitosa residencia en la que se disfruta la vida tanto en el interior como en el exterior. Se lograron vistas de 180 grados en todas las áreas de la residencia y se buscó la mejor calidad de vida aprovechando el clima seco y caliente la mayor parte del año con cambios drásticos, de muy caliente en el día y frio por la noche, particularmente en el invierno.
Fotografía por Erika
Winters
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