Este
apartamento de 300 m², al poniente de la Ciudad de México, es una lección
completa de interiorismo que muestra las posibilidades estéticas y funcionales
de un espacio abierto, con el espíritu de un loft que integra de modo
sobrio y armónico las áreas privadas.
En este proyecto se desarrolló una zona social destinada a personas con un estilo de vida muy urbano, interesadas en recibir estímulos visuales y estéticos cada día. Ésta área tiene usos diferenciados como un bar con mesa de juegos y una zona de billar que se integró al estilo abierto de todo el concepto. La envolvente del espacio social es una serie de cartelas, que se convierten en un lambrín de tzalam que cuenta con luz indirecta que emana desde su interior. Otro complemento son los luminarios decorativos que pueden verse, suspendidos sobre las mesas o como piezas de pedestal en la sala.
Los arquitectos Ricardo Urías y Rodrigo Espinosa, socios directores de RIMA Arquitectura,
nos dan muestra de su calidad para transformar espacios en zonas de
comfort, mejorando el bienestar de cada uno de sus clientes.
Fotografía por Frank
Lynen
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