Con el objetivo de crear mobiliario, productos específicos para ayudar al ser humano en su quehacer cotidiano así como piezas decorativas y complementarias, esta marca pretende diversificar la vida cotidiana mediante sus diseños
Por Geovanni Jaume @g3o_v4nni
Buscando crear una relación más cercana entra la sociedad y su identidad cultural ancestral, este nuevo concepto retoma las ideas antropológicas de Rossenham — proyecto de investigación que teoriza, idealiza y se materializa nuevas formas en las que el ser humano posee, entiende y transforma el contexto — mezclándolo con el manifiesto comercial de La Productora, donde en conjunto crearon piezas que brindan confort y desprendimiento del espacio.
Buscando crear una relación más cercana entra la sociedad y su identidad cultural ancestral, este nuevo concepto retoma las ideas antropológicas de Rossenham — proyecto de investigación que teoriza, idealiza y se materializa nuevas formas en las que el ser humano posee, entiende y transforma el contexto — mezclándolo con el manifiesto comercial de La Productora, donde en conjunto crearon piezas que brindan confort y desprendimiento del espacio.
Con la
primer colección, denominada “Relatos del Bajío”, buscaron crear objetos
personales —de uso diario— para que la gente trate de entender el “¿cómo nos
define cuando los utilizamos?” desde la ingesta de alimentos hasta la
interacción con alguien más. Esta colección fue creada por la diseñadora
alemana Joa Herrenknecht y tiene colaboraciones con artesanos originarios de la
zona a trabajar ya que ellos “manifiestan sus pensamientos por medio de sus
manos”. La colección incluye vasos, platos y recipientes para vaciar agua.
"En
el acto del día a día; con el gran movimiento que existe, el ser humano
constantemente se ve forzado a reinventarse a sí mismo y a su espacio personal.
Ya que este espacio es el único nicho en el cual puede sentirse uno mismo."
R. Rossenham
Fotografías
cortesía de Rick Rossenham
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