Para celebrar su 50 aniversario y destacar la conjunción del diseño y las artes en la moda, la firma Valentino crea el equilibrio perfecto con la arquitectura de su boutique. Diseñada por el arquitecto David Chipperfield, en conjunto con Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccoli, creativos de la marca italiana, la boutique cuenta con 860 metros cuadrados y se distribuye en dos plantas.
El espacio insignia de Valentino, en vía Montenapoleone, tiene el carácter de un palacio, su atmósfera remite al confort de los lujosos salones europeos, lo antiguo y lo contemporáneo se fusionan como la tradición de la alta costura y las directrices creativas en los materiales tecnológicos de última generación, fusión perfecta para mostrar el camino hacia el futuro.
Las diferentes salas o habitaciones de la boutique son unificadas por la coherente experiencia de su arquitectura, cuya transición inicia con una sinuosa piel de madera que recubre los muros, en combinación con los juegos visuales del piso de mármol con patrones de tablero de ajedrez. Además, en algunos muros, detrás de los exhibidores, se creó el efecto de una “cortina de hielo congelado”, mediante laminillas de yeso, espejo arenado y tubos extruidos de borosilicato de vidrio.
En contraste con la solidez de los elementos arquitectónicos, la colección se exhibe en delgadas estanterías de fibra de carbono pulido. En todos los muebles y vitrinas se instaló un sistema de iluminación LED para destacar la hechura de cada objeto, en combinación con luz cálida ambiental, candiles y reflectores de latón con lentes ópticos y guías LED que corren a lo largo del mobiliario con insinuación Art Decó.
Fotografías: cortesía Valentino
www.davidchipperfield.co.uk/
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