Para
este proyecto se buscó hacerlo más sencillo a lo que originalmente era, dándole
así, riqueza al espacio.
El terreno donde se ubica la vivienda, era un lote plano de 1,000m², Muñoz Arquitectos sugirió tener una casa contenida por una gran losa que llega al centro para subir de nivel y crear un espacio a doble altura en el núcleo de la estructura.
El
área pública de la residencia se localiza en el noroeste para aprovechar el
clima del lugar, la zona de servicios se encuentra al sur de la casa.
La
losa resalta el sitio, para darle el balance perfecto a la horizontalidad de la
composición con un elemento vertical en los servicios del área pública. La losa
constituye el espacio interior que permanece unitario, llega al exterior sin
obstáculos. Abajo del lugar están unos muros de cantera negra que sirven para demarcar las áreas del conjunto.
Los
muros divisorios del espacio interior, se sitúan en una geometría rigurosa que
los independiza, transformándolos en componentes aislados que se hacen presentes
y proponen una representación espacial de distribución interna que ayuda a
tener una clara apreciación de un espacio continuo.
Las habitaciones
proponen ambientes personales, por medio de patios que internan escenarios
sencillos, pero que ayudan en el juego de luces y sombras para que sean los
protagonistas.
El resultado
del proyecto es una casa amplia, confortable, novedosa, que con pocos elementos
logra darle perfección y belleza al lugar.
Fotografía: cortesía Muñoz Arquitectos
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