El concepto general del proyecto es desarrollar una vivienda que evoque, tanto a la relación con la naturaleza, como a la generación de microclimas diferentes conforme se recorre y habita; creando ambientes diáfanos, bien ventilados e iluminados
naturalmente, sin sacrificar la seguridad y la privacidad de los usuarios.
Aprovechando la ubicación en esquina del terreno se buscó enmarcar el acceso con formas diagonales, un jardín y un plafón fabricado con trabes de acero de perfil I y bajareque, rematando con la puerta de entrada de madera. Se distribuyeron los espacios que conforman la residencia de tal manera que se aprovechó la orientación del terreno, ubicando al norte el acceso y el área social, dejando en la zona de mayor temperatura el área de servicios; cuarto de servicio, patio de tendido, así como también el garaje y el cuarto de máquinas.
Se crearon en el proyecto patios interiores con vegetación propia de la región para contar con ventilación e iluminación natural en el interior de la residencia. Hablando de los materiales empleados para el diseño y construcción se buscó aprovechar las características que éstos tienen y darle presencia a la residencia. Algunos de los materiales utilizados en el proyecto son bajareque, piedra de cantera, madera de Tzalam, mármol travertino, agua de chukum, entre otros.
Los jardines y patios interiores, generan espacios con diferentes sensaciones sin dejar de estar en un mismo lugar, buscando tener una conexión del interior con el exterior. El juego de alturas detona transiciones interesantes entre un espacio y otro, ayudando a minimizar las temperaturas y generar un ambiente de bienestar y confort para los habitantes. La disposición de caminos y pasillos creados con los mismos elementos constructivos, ayudan a tener dinamismo con las sombras que se generan en el interior, creando espacios ricos en sensaciones.
El puente fabricado con recubrimiento de madera, los barandales con láminas de acero, o los plafones de bajareque permiten la entrada de luz natural y son elementos que dirigen y dan particularidad al proyecto. Se optó por aprovechar los materiales propios de la región para conformar la obra, no solo de carácter natural, como el bajareque y la madera de Tzalam, sino también el uso de elementos prefabricados encontrados en la localidad, para optimizar recursos y tiempos de ejecución.
Organizando los espacios conforme a su funcionalidad, se dispuso en la planta baja el área de servicios y el área social, con apertura directa a los jardines y en la planta alta se dispuso el área privada con las habitaciones. La adaptabilidad al contexto urbano se logra con el uso de las alturas de las viviendas contiguas, como referencia, así como la alineación al paramento contribuyendo a la imagen urbana de una zona de carácter habitacional.
Fotografía: Manolo R. Solís
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