Una arquitectura vuelta refugio, una construcción que perdura con dignidad en el tiempo.
En el
diseño de esta residencia destaca un enfoque claro de
jugar al máximo con las limitaciones del predio sin perder las cualidades de
confort, privacidad y calidad espacial requerido por los clientes, vigilando
que los tiempos de obra, la calidad de la ejecución en cada detalle y la eficiencia
en los recursos empleados fuera óptima. Este
proyecto residencial fue diseñado y construido por BCA Taller de Diseño al
interior de un desarrollo habitacional de Xalapa, Veracruz, está emplazado en
un predio de 300 m2, con una pendiente pronunciada en una
privilegiada condición de esquina.
La imagen externa se observa como un volumen semi vertical que nace del
terreno de forma robusta, pero que se fragmenta al elevarse para convertirse en
patios o terrazas que enmarcan la vegetación del contexto permitiendo ventilar
e iluminar naturalmente, al mismo tiempo que, proyectando diversos planos que
juegan con las alturas o su proyección como losas, garantizan privacidad y
adquieren carácter a través de las texturas generadas por la naturaleza de los
cambios de los diferentes materiales empleados.
Estos ensambles que confeccionan un complejo funcionamiento interior,
permiten resolver el programa arquitectónico haciendo uso de los niveles y de
los accesos que permiten los flujos vehiculares de las vialidades que lo
delimitan. Así, a través de la calle principal del fraccionamiento se accede
vehicularmente a través de un sótano que alberga el estacionamiento para tres
vehículos, una bodega, baño de servicio y una escalera que intercomunica con el
vestíbulo principal de la vivienda.
En la avenida secundaria se encuentra el acceso de servicio confinado en un
costado del predio y al centro, el acceso peatonal al cual se accede a través
de una escalera – jardín que conecta al lobby principal, espacio desde el cual,
una escalera resguardada discretamente por una celosía de madera vestida en
piedra de recinto intercomunica al siguiente nivel, el más privado. Desde este
punto se descubre la sala, un estudio, baño de visitas, cocina con antecomedor,
terraza, comedor principal y un extenso jardín a nivel que expande toda la zona
de mayor contacto público de esta vivienda.
En el siguiente nivel se encuentra un gran family room que articula,
por un lado, la habitación principal con baño, vestidor, terraza y por otro,
dos habitaciones secundarias con baño y vestidor. Destaca la celosía que, a
manera de pantalla, oculta la escalera que verticalmente relaciona el sótano
con todos los niveles.
Siendo la materialidad parte del sello distintivo del trabajo de diseño, en
la imagen exterior se observa un basamento de piedra, un concreto aparente
enduelado en los niveles inferiores y a partir de ahí volúmenes aplanados que
hacen uso del color azul y blanco, así como el recubrimiento de piedra de recinto
que bajo ciertos patrones de acomodo y despiece producen pautas de luces y
sombras a lo largo del día. Al interior, además de mantener los materiales
mencionados se incorpora la madera como un elemento que acentúa la calidez a
través de acentos en puertas, chambranas, mobiliario general de la cocina,
vestidores, encimeras; entre otros.
Habiendo cubierto los requerimientos óptimos de ventilación e iluminación
que climáticamente exige el clima de la ciudad, se continuó con una segunda
fase donde el diseño resolvió meticulosamente cada espacio tomando en cuenta
las funciones, necesidades y gustos de la familia, por ello, cada uno de los
espacios del programa arquitectónico se resuelve considerando particularidades
que van desde la interconexión con áreas de apoyo o los espacios de descanso,
hasta la selección de materiales, las vistas de cada una de las ventanas hacia
el exterior o incluso los recubrimientos de baño en las habitaciones, canceles,
espacios de guarda en el vestidor o la barra de cuarzo negro en la cocina que
le otorga su propia identidad y gusto del habitante sin perder la armonía
conceptual que se planteó para toda la casa.
Finalmente, el vínculo que conecta todos los espacios de forma sutil es la
luz que cada espacio contiene. Esta ha sido diseñada entendido las necesidades
de circulación, función, contemplación, descanso, ambientación o acento
particular, por lo cual el confort que se busca en esta especialidad empleada
por BCA no se resume exclusivamente a términos visuales sino también a
condiciones psicológicas y de descanso en la percepción de cada uno de los
espacios o la forma de habitarlos que la cotidianidad de sus usuarios requieren
para encontrar una arquitectura vuelta refugio, una construcción que perdure
con dignidad en el tiempo.
Fotografía: Marcos Betanzos
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