El
terreno, en forma de “L” generaba un reto para acomodar el programa del
edificio. Se decidió dejar un jardín en la parte lateral del proyecto para que
el desplante del edificio fuera rectangular con una orientación
oriente-poniente. El acceso peatonal del edificio se da a través de este jardín
que se encuentra 3 metros sobre el nivel de la calle.
El
proyecto plantea dos volúmenes, cada uno con 6 departamentos que van desde 150 m²
hasta 212 m². Estos volúmenes son conectados por medio de un patio central que
funciona como vestíbulo hacia los 12 departamentos.
Dentro
del patio central, se diseñó una circulación a base de deck de madera, en forma
circular desde donde se accede a 4 unidades en cada nivel. El diseño del
círculo genera 4 terrazas de forma triangular, las cuales forman parte de cada
una de las viviendas de cada nivel. Para delimitar estas terrazas, se levantó
un muro de celosía prefabricada de concreto que separa estos espacios de las
colindancias y jardín, permitiendo que exista ventilación cruzada en el patio a
través de la celosía.
Al
centro del círculo se colocó un guayabo Japonés de 9 metros de altura
permitiendo que la vista de todas las áreas comunes de los departamentos sea
hacía este árbol, creando así una atmosfera relajante. Alrededor del árbol se
diseñaron una serie de jardineras y bancas en donde los vecinos del edificio
pueden convivir.
Adicionalmente
en el extremo norte del patio, se encuentra el núcleo de circulación vertical
que cuenta con un elevador y escalera que conecta a todos los niveles. En el
sótano del edificio se ubica el estacionamiento y lobby los cuales están
también conectados con el núcleo vertical de circulaciones. Este sótano se
localiza a nivel de calle por lo que el acceso vehicular es directo sin
necesidad de rampas.
Los
departamentos se diseñaron de tal forma que el área común colinda con el patio
central, y el área privada -la cual consta de 3 recamaras- da hacía la fachada
respectiva de alguna de las 2 calles que colindan con el proyecto. Para
favorecer la privacidad de estos espacios, se diseñó una fachada con muros
inclinados que ayudan a la iluminación y privacidad. Adicionalmente se
colocaron unas macetas en todas las recamaras, lo cual genera vistas verdes y ayuda
como una barrera sonora hacia el ruido generado en las calles.
Para
favorecer espacios abiertos en todos los departamentos, cada una de las 12
unidades cuenta con balcones y terrazas. Adicionalmente 2 departamentos en
planta baja tienen un amplio patio que separa el edificio de la calle
posterior. Por último los 4 departamentos PH ubicados en el último nivel,
cuentan con un roofgarden privado y una doble altura en la estancia y comedor.
Fotografía: Diana Arnau
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