Casa en el Árbol es el manifiesto de los sueños de una niña que creció trepando ramas en una antigua casa de mampostería. Años después, el contexto cambió, pero los árboles y piedras de aquella época continúan hoy plantados como testigos de la historia, convertidos ahora en protagonistas de aquel sueño.
Ubicada en el corazón del municipio de Yaxkukul, Yucatán, el proyecto es una casa de retiro en el predio que ocupaba la antigua casa familiar hoy en ruinas; es concebido como un solar, una tradicional casa de pueblo yucateca, donde el espacio abierto es el universo de sus ocupantes, el patio.
Consiste en un gran espacio libre donde los vestigios de la antigua casa, las sombras de los viejos ramones y los deseos de una antigua niña organizan un dinámico programa arquitectónico, a partir de dos nuevas sombras: la de una losa de concreto flotante y una cubierta de paja.
La zona privada, que le da nombre al proyecto, se suspende serenamente como un volumen macizo y transparente entre las ramas de los cinco viejos ramones existentes en el patio, que flota sobre las ruinas de los viejos muros de mampostería que confinaban a la antigua vivienda de la familia y que en conjunto crean un escenario heterocrónico como en un sueño, donde los universos y el tiempo son paralelos y coexisten.
Se potencializan los elementos naturales dotando cobijo térmico: los techos verdes provistos por las copas de los árboles y la piel envolvente de madera que en conjunto actúan como un filtro, permeando la incidencia de los rayos solares permitiendo una ventilación natural constante y un juego de luces al interior de la vivienda que va cambiando con respecto a la hora del día, favoreciendo el disfrute del ambiente natural como factor imprescindible de la experiencia lúdica.
Fotografía: Tamara Uribe
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