Una geometría básica es el punto de partida de este proyecto que tiene como objetivo una transformación total de los espacios dando entrada a la luz y el aire, logrando una atmósfera fresca y llena de texturas.
Situada en un andador residencial creado para personas de la tercera edad en la colonia Chapalita en Guadalajara; se diseñó el proyecto que requería un programa familiar, comprendiendo como necesidad fundamental, el crecimiento de espacios, apartar las zonas privadas en un segundo nivel y mejorar la iluminación natural sobre una construcción existente. El enfrentamiento con la estructura que presentaba la casa se convirtió en el mayor reto.
Los muros medianeros laterales y vigas sobre muros de ladrillo sin castillos ni columnas, obligaron a repensar las modificaciones propuestas para no dañar las casas aledañas. Bajo un estricto diagnóstico estructural se propuso introducir una estructura de acero que permitiera demoler el eje central de la casa y originar una planta libre para el rediseño de la misma. Así se pudieron reinventar en su totalidad los espacios necesarios dividiendo las zonas más sociales y transitadas en la planta baja que alberga la cocina, desayunador, comedor con doble altura, sala y terraza; y las zonas privadas apartadas en la planta alta con dos recamaras y estar de televisión.
El diseño de la fachada y de algunos elementos interiores, fue fundamentada en geometría básica. Polígonos de cuatro lados y círculos se convirtieron en elementos repetitivos para el entendimiento de los espacios, que junto con el juego de texturas, recalcan la estética de lo esencial.
Ladrillo aparente con masilla blanca, pisos de cemento pulido, detalles de ladrillo en pisos y madera de pino con tinta, permitieron jugar con la materialidad y apropiarse la estructura de herrería como parte del diseño. Las vinculaciones amplias que se enmarcan con ventanales dotan la iluminación y ventilación apropiada para dar una atmósfera única a ambas plantas disminuyendo la necesidad de luz artificial durante el día y generando un ambiente fresco y habitable.
Fotografía: César Bejar
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