de la búsqueda de la luz natural y de la forma en que esta permearía en
el espacio.
Por: podio @podiomx
Es a través de esta
búsqueda por la que podemos guiar la experiencia de visitar esta casa de playa.
Comenzando por las escaleras realizadas en piedra caliza la cual predomina en
la zona y que nos dirigen la vista hacia un muro llorón el cual con su
curvatura nos insinúa una vuelta a la izquierda.
Cambia la textura del piso, el
mármol Veracruz lo cubre por completo, el poro es abierto, con una textura
similar a pisar la arena; naturalmente se abre una vista hacia el espacio que
alberga al comedor y la estancia, ambos contenidos con una doble altura
enmarcada por una techumbre a dos aguas, soportada por una estructura de vigas
de madera de Huanacaxtle. Al fondo una cancelería apilable nos permite
contemplar el mar durante el amanecer.
Siguiendo con el recorrido, nos encontraremos con el jacuzzi el cual da la impresión de conectarse con el mar y la terraza, la cual nos guía hacia los siguientes espacios, son 4 recamaras, todas orientadas al oriente.
Su interior es
homogéneo, en ellas, la altura del espacio está delimitada por una bóveda de
cañón, la cual en el caso de la recamara principal, está estructurada usando
vigas de Huanacaxtle; lo mismo ocurre con los sanitarios de las recamaras,
están diseñados bajo el mismo concepto en donde la luz entra rasante por debajo
de los laterales de las bóvedas, baña las texturas de las piedras de los
lavabos, las barras de madera y la porosidad del mármol.
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