Con la unión de dos estructuras mediante una alberca y áreas sociales, el arquitecto Marco Velázquez creó un solo ambiente adecuado para dos hermanos con gustos diferentes
Por Geovanni Jaume @g3o_V4nni
Ubicada en
Tepeji del Río, este proyecto arquitectónico se desarrolló mediante dos premisas:
una debía de tener espacios libres y continuos y la otra tener espacios más
amplios, ambas debían estar unidas por una sola sección. Razón por la que el
equipo de mavarq, realizó dos casas mellizas, similares, pero no idénticas.
En un
espacio de 10,800m2 estas casas colindan con un lujoso centro de
vacación con el cual comparten parte del suelo destinado para la alfombra verde
del campo de golf, utilizando un jardín se marcó la continuidad con el mismo,
mientras que en el otro extremo la vista coincide con el lago. Para su
construcción, el diseño de los volúmenes debía ser simétrico, utilizando
operaciones sencillas (estirar, dividir, separar y sustraer) así que se decidió
realizar el techo a dos aguas para aparentar ser una sola residencia. Posteriormente
se marcó la división de ambas mediante un patio central donde se ubicaron la
terraza, el asador y la piscina.
Conforme a
las peticiones de los clientes, el exterior de casa Dasa fue más visual, más
armoniosa con la comunicación de las demás áreas, su diseño se basó en el uso
de espacios diáfanos, limpios, que permitieran la comunicación de toda la casa.
Para su construcción se emplearon materiales como acero, vidrio y concreto.
Para casa Datri se empleó un modo diferente, su diseño se basó en un trayecto
lineal, cada área debía ser mejor a la anterior para impregnar un sentido de
descubrimiento. Para su construcción se utilizó concreto y ladrillo para los
volúmenes de los segundos niveles. Mediante la creación de bolados en ambos cuerpos
trapezoidales, se logró la integración de las dos casas en el espacio de conexión,
el patio central, el cual está recubierto de material pétreo que logra la
integración material y visual de ambas casas pero difuminando, intencionalmente
ambas, con el foso de la piscina.
Gracias a
la topografía del terreno, se generaron cuatro terrazas las cuales fueron
distribuidas de la siguiente manera: en la primera se adecuó el nivel de acceso
y la cochera, en la segunda se implantó un jardín desértico contemplativo, la
tercera tiene el patio central y la última goza del jardín posterior.
Fotografías
por Jaime Navarro
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