Uno de los desafíos actuales es la coexistencia entre arquitectura y naturaleza, la manera de emplazar esta casa en medio del bosque, la convierten en una expresión naturalmente arquitectónica
Ubicada
en el Fraccionamiento El Cielo de Tlajomulco en Jalisco, esta casa fue
construida por Ricardo Agraz y su tenaz equipo en el 2012, con una extensión de
681.56 m2 fue diseñada para dar confort y tranquilidad que un lugar como el
estado de Guadalajara puede ofrecer.
Con un
terreno espectacular, que se interna en la profundidad del bosque, esta impecable
casa cuenta con una vista al campo de golf, una pendiente a favor que
hace que los clientes se sientan auténticamente en un paraíso.
Este
proyecto de Agraz Arquitectos se ocupó de diseñar y construir una casa en un
terreno arbolado y, dadas las características del terreno, el proyecto se
desarrolló en tres plantas. La primera cuenta con un sótano -aprovechando la
pendiente natural del sitio- que brinda espacio adecuado para el almacenamiento
de los vehículos de los dueños, aparte de albergar cuarto de servicio, un
espacio para la lavandería y una sala de danza.
Posteriormente
en la planta baja, gracias a que la casa se encuentra frente a un notable territorio
natural, hacen que los mejores espacios aprovechen su vista. Por ello, la
alberca, la terraza, el comedor, la sala y la cocina cuentan con una
inmejorable vista hacia al campo de golf.
En el
centro de la planta se pueden apreciar las grandes ventanas pensadas así para
generar un ingreso a doble altura que resultó ser el espacio más protagónico de
la casa. En seguida vienen las escaleras principales y el estudio, que es el
único espacio de la planta baja que cuenta con un vista distinta, ya que mira
hacia la calle y cuenta con un baño completo para que cuando sea necesario,
convertirse en recámara de visitas.
A la
planta alta se accede por un vestíbulo, de igual manera construido a doble
altura, que cuenta con unas hendiduras serpenteantes en la losa, mismas que
dejan libre el paso natural del sol que se transforma en un espectáculo donde
la luz baila, se mueve y contorsiona según la hora del día y la temporada del
año.
Siguiendo
el trayecto se llega a la recámara principal que tiene una magnífica vista y un
balcón, también cuenta con un baño-vestidor lo bastante amplio. Las dos
recámaras de los hijos están orientadas hacia la calle, cada una con su propio
baño-vestidor.
Fotos:
Cortesía de AGRAZ Arquitectos
No hay comentarios:
Publicar un comentario