Por:
Luz Elena Pérez
Este proyecto estuvo a cargo del arquitecto Orso Nuñez Ruiz-Velazco, fue
inaugurado en noviembre de 2012, se localiza en Tlalpan, ciudad de México, D.F.;
en un área construida de 64,000
metros cuadrados. El instituto, tiene como función principal
investigar acerca del genoma humano de los mexicanos, de esta forma, obtener
medicina que ayude a la prevención de enfermedades.
El programa de arquitectura está integrado por: investigación, gobierno, enseñanza, servicios y estacionamiento. Para el diseño arquitectónico del Instituto Nacional de Medicina Genómica –INMEGEN-, se tomaron en cuenta aspectos como: ubicación del terreno, vistas, contexto urbano, éste último aspecto, permitió que se sembraran en la plaza central, árboles frutales, para integrarlos al proyecto, proteger del ruido y viento exterior, también brindar una agradable vista hacia el interior y exterior.
En
la plaza central fue colocada una escultura dedicada al Dr. Guillermo Soberón.
La pieza permite un vínculo entre las escaleras peatonales y los conductores
que pasan por la zona. En el recibidor se puede apreciar la
intersección de tres cuerpos (realizados con material durable, de mantenimiento
mínimo,
utilizan sistemas de inteligencia para el buen funcionamiento del lugar que
climatizan al máximo, ahorrando una cantidad considerable de energía) que
resaltan la entrada principal.
Las
ventanas son de piso a loza, con el fin de que se aproveche la luz solar,
cuentan con una doble fachada de vidrio. La arquitectura del Instituto tiene
remates visuales que fueron cuidados para cada ángulo, basándose en
claroscuros, para contrastar con las texturas finas y transparentes para
generar la sensación de confort al usuario. El área de enseñanza cuenta con un
centro de convenciones, aulas, auditorios, biblioteca, restaurante, cafetería y
auditorio principal, de avanzada tecnología.
El
edificio de laboratorios, tiene dos crujías de laboratorios, adyacentes a las
ventanas, al centro y servicios de apoyo. El cuerpo principal de la obra tiene
dos niveles rematados por un revestimiento metálico que vuela hasta 10 metros.
La estructura se compone de armaduras sin diagonales que se apoyan a los
extremos por muros de concreto, a los 40 metros un muro diagonal. El resto de
los edificios, se unen en el muro inclinado, pero no se mezclan las
circulaciones verticales y horizontales.
Fotografía:
cortesía de Orso Nuñez
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