Sin
duda este “palazzo” es una de las piedras angulares de la historia de la
arquitectura. Diseñado por Andrea Palladio en 1565, en el esplendor del
renacimiento, este edificio fue concebido como una casa noble que, a diferencia
de las demás villas de la zona del Veneto en Italia, no tenía como fin ser la
cabeza de una estancia agrícola, era simplemente una casa de reposo suburbana.
Localizada
cerca de Vicenza - ciudad natal de
Palladio – la villa fue originalmente diseñada para el retiro de Paolo Almerico
a su regreso de sus servicios para el Vaticano. Ni él ni Andrea Palladio vieron
completada la obra, concluida con pequeñas modificaciones por Vincenzo Scamozzi
para la Familia Capra. De estos dos apellidos sus múltiples nombres, “Villa
Capra”, “Villa Almerico”, et al.
De
geometrías matemáticas y proporciones profundamente estudiadas, esta villa
recibe su mote debido al espacio central interior - ya que exteriormente es en
realidad un cuadrado – y del hecho que su planta puede ser contenida
graciosamente en un círculo. Particularmente vanguardista para la época, el
diseño de este palacete es un claro ejemplo de la aplicación de los principios
arquitectónicos que Palladio estudió por años y que en 1570 sintetizó en sus
“Quattro libri dell’Architettura”, libros que serían la base para la
arquitectura de los siglos que siguieron.
Hoy
considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO La Rotonda es y ha sido
fuente de inspiración para muchos arquitectos. Notables los interiores, que
tristemente no se pueden fotografiar por estar prohibido, que contienen
maravillosos frescos. Para la época es un edificio con una iluminación
fantástica, cualidad que por supuesto su
geometría misma le transfiere.
Recorrer
la villa es sin duda fuente de satisfacción, su emplazamiento en una pequeña
colina y la geometría magistral del edificio dejan claro el significado de
grandeza sin ser imponente.
@lorenzodiaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario