La Visual de...

Una vez más


Por: Marcos Betanzos @MBetanzos
“La modernidad, antes que nada, es una actitud, un posicionamiento de vanguardia, un apetito y una búsqueda insaciable que combate contra un posible estado de quietismo y autosatisfacción”, palabras de Julio Gaeta.

En el texto reciente que escribe Alejandro Hernández Gálvez para el Blog de Arquine “Condenados a ser Modernos” http://www.arquine.com/en/blog/condenados-a-ser-modernos/, indica varios puntos importantes sobre la participación de México en la Bienal de Venecia, hecho del cual hasta el momento no he podido encontrar una opinión favorable respecto a lo que presentó el equipo conformado por Julio Gaeta, Luby Springall, Catherine R. Ettinger y Salvador Quiroz.

Se menciona -con razón, porque se señaló anticipadamente- que la convocatoria para el concurso fue tardía, que las condiciones del lugar parecían ser poco conocidas por la lectura espacial que tuvo finalmente el pabellón, que existen distancias enormes entre la calidad técnica propuesta y el resultado obtenido, la visión centralista del legado arquitectónico de la modernidad presentada y hasta la imposibilidad de profundizar a detalle en temas que pareciera, menospreciaron el análisis riguroso, suspicaz y preciso que una oportunidad como esta ameritaba; entre otros aspectos no menos importantes.

Elipse lumínica 
Así, entre la dualidad que según los autores fundamenta la propuesta (lo tradicional y lo vanguardista) y una frase de Octavio Paz que parece empleada como camisa de fuerza y obligada a sustentar una endeble idea, se diluye de a poco la posibilidad de llegar al objetivo que ha explicado Julio Gaeta: “Condenados a ser modernos sugiere una modernidad para siempre, lo cual no implica una resignación, sino por el contrario un compromiso y una actitud de autocrítica y reinvención permanente en los actores involucrados en los procesos y en los resultados.”

Lo más decepcionante -por esa justificación empleada- recae en el débil discurso curatorial presentado que recurrió una vez más a la instrumentación panfletaria del trabajo personal del equipo ganador. Incluir el proyecto del Memorial a las Víctimas de la Violencia,  hace pensar por un lado -como bien señala Alejandro Hernández- que “se trata de un capítulo cerrado cuando se siguen sumando muertos y desaparecidos por miles cada año”. Por otro lado, que esta acción de ser juez y parte obliga a pensar que hay un ego desbordado donde el arquitecto pesa sobre todos los campos de acción de la disciplina, tanto que le imposibilita ver la argumentación verdadera de un discurso curatorial que en todo momento destacó que NO se trataba de un encuentro de arquitectos sino de arquitectura. Si la obra es valiosa o no, no es tema en cuestión, sencillamente creo que no era el momento ni la ocasión para incluirla.

Museografía del pabellón
Rem Koolhaas, el curador de esta Bienal, expresó en diversas ocasiones que su compromiso era usar este evento para resaltar “aquellas cosas que los arquitectos no pueden ignorar”. De forma paralela en el discurso, el pabellón mexicano buscó -quizá sin lograrlo a cabalidad-, con la “proyección de fotos y audiovisuales que muestran obras, eventos y entrevistas combinados con motivos de animación sugerir los elementos que siempre están detrás y condicionan procesos y resultados de la arquitectura.”

¿Dónde queda el compromiso, la actitud autocrítica y la reinvención permanente de uno de los despachos más prolíficos de los últimos años que parece haber anulado el talento de su equipo equilibrado tanto en lo histórico como en lo museográfico? De nueva cuenta esta experiencia debe servir para fundamentar una mejor participación en años futuros porque sin duda no toda la responsabilidad recae en lo que se ha presentado, sino también en las instituciones y personajes que actuando como jurado, validaron esta propuesta, sus alcances y argumentos.

Render de la propuesta 
Estamos a tiempo de comenzar a revisar fase por fase qué se puede mejorar. En ese proceso de autocrítica, el despacho de Gaeta y Springall tienen una oportunidad valiosa de narrar con su experiencia todas las fronteras y limitaciones que seguramente tuvieron, porque como se sabe la arquitectura en México pasa por filtros donde la burocracia parece tener siempre un papel protagónico que en cada oportunidad hacer ver y sentir su pesos ante los esfuerzos de la disciplina y sus creadores por quebrantar las molduras impuestas.
Pérdida esta oportunidad estamos a tiempo de no sucumbir en el futuro. Una vez más.

Pabellón de Venecia

Fotografías:

1. Render de la Propuesta: Gaeta Springall Arquitectos
2. Pabellón en Venecia: Nico Saieh
3. Elipse lumínica: Nico Saieh
4. Museografía del Pabellón Fotografía: Nico Saieh

3 comentarios:

  1. Anexo carta enviada al INBA donde cuestiono el porque se secuestro el proyecto por parte de los curadores.
    Existe un enorme problema cuando una persona puede hacer lo que le plazca en nombre de un equipo o un país.

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  2. http://salvadorquiroz.wordpress.com/2014/06/20/condenados-a-hacer-menos/

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  3. ¡Esto es asombroso! Estoy completamente de acuerdo en que la única moralidad de la muestra es la siguiente: préstamos no se confunde con plagio!

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