En el exterior una silenciosa fachada se mezcla con su contexto asomando la fuerza de su volumetría.
Es proyecto que
se desarrolla para dos mujeres: madre e hija amantes de la cultura mexicana, de
los materiales naturales, la vegetación, calidez y esa mano de obra artesanal
de los pueblos del estado de Michoacán. Querían una casa que tuviera algo de
esto en su materialidad: jardines abiertos para tener un huerto, vegetación al
interior, la calidez que dan los materiales naturales, luz, sombra y algo de
misterio para no aburrirse de su casa. Un estudio biblioteca donde pudieran
tener todos sus libros.
Una casa en
donde el lujo es el espacio, la luz y la sombra. La vegetación natural del
terreno y el contexto que la rodea la envuelven, no busca sobresalir, ni
molestar, busca ser parte de. Materiales
naturales y jardines de vegetación natural, son la premisa que da vida a este
proyecto. Algo esencial de esta casa es
generar un lugar de tranquilidad, de libertad y armonía. Ubicada en una colonia
popular en un lote mediano de 10 x 25 m.
Un proyecto que
busca capturar la atención sobre el recorrido, olvidando el programa, encontrando
en todo momento el jardín exterior.
Fotografía: César Belio
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