Los espacios nuevos y las amenidades modernas crean una unión armónica con la esencia histórica sin comprometer el estilo auténtico de la casa.
Una casona restaurada que se ubica en el
centro histórico de la ciudad de Mérida, que anteriormente alojaba un taller de
aires acondicionados. La intención del proyecto fue rescatar la esencia de la
casa antigua por lo cual se restauraron y utilizaron las características de las
casas históricas como los techos altos y los pisos de pasta.
También se integraron nuevos espacios añadiendo la
mayor cantidad de iluminación y ventilación natural posible. Se respetó y
recalcó la distribución de la propiedad en tres crujías intercalados por dos
patios, simplificando su volumetría.
La primera crujía es la de mayor valor histórico en la que
se encuentra el acceso a la casa, la cochera, el vestíbulo, el área de
servicio, la sala de tv que conecta con un pequeño jardín, el primer cuarto de
huéspedes con baño y la sala principal que da hacia el patio central que
incorpora un muro decorado con la técnica artesanal de estrella maya.
En el patio está ubicada una escalera helicoidal de concreto
pulido con un barandal con diseño de herrería clásico, ésta une el espacio
público con el privado ya que en la planta alta se encuentra el cuarto
principal con terraza privada y alberca. El recorrido continúa hacia la segunda
crujía en la que se encuentran la cocina, el comedor, el baño de visitas y en
el área exterior, una terraza con sala y espacio de asador.
La terraza se abre hacia el jardín y alberca principal. En
la parte posterior de la propiedad se encuentra la tercera crujía que está
conformada por otra terraza y dos cuartos de huéspedes con baños.
Fotografía: Tamara Uribe
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