Laws, not buildings, shape our towns and cities.
Rory Olcayto
Por: Carlos Ortíz, Arquitecto
La ciudad es un ente inacabado e inacabable, miles de voluntades e
intereses la mantienen en constante construcción, día a día se edifican nuevas
capas en ella que van dando forma a este gran invento de la humanidad. Su
crecimiento es una lucha entre todas las fuerzas que la mantienen viva y sin un
sistema de control nacido del trabajo conjunto de todos los actores que
intervienen en ella puede tomar el camino que más le convenga a la parte de la
sociedad que ostente mayor poder provocando un desbalance urbano, como el que
hoy vemos en muchas ciudades de nuestro país.
En la entrega anterior hablábamos que Monterrey es una ciudad muy joven,
alrededor de 120 años creciendo de manera sostenida y a una velocidad en la que
la ejecución le gana a la planeación. Demolemos y construimos en altura sin
tener claro cuál es nuestro patrimonio edificado y cómo protegerlo, se habla de
un plan de densificación sin tener infraestructura de movilidad, se urbaniza la
periferia sin tener claro hasta cuánto es suficiente el crecimiento de esa
mancha, construimos en la montaña sin reflexionar sobre el daño ecológico que
estamos causando; en resumen seguimos el proceso sostenido de crecimiento de la
ciudad sin una guía que considere todos los factores.
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| La fábrica, proyecto de CO2 taller en el Distrito TEC |
Desde la década de los sesentas, cuando se hizo el plan director
EXAPOLIS 2000, la falta de consideración a lo construido y habitado ha sido
latente. Lo hoy habitado tiene derechos adquiridos no valorados como: el derecho
al aire, a las vistas, a la comunidad ya formada, a la tranquilidad del barrio.
Incluso en nuestros días, candidatos a puestos
de elección popular han propuesto liberar totalmente los lineamientos en ciertas
zonas de la ciudad a fin de incentivar la inversión sin reparar en analizar si
se genera con esto algún daño a comunidades formadas.
El modelo de Aprovechamiento Urbano Optativo llamado Desarrollo
Orientado al Transporte (DOT) es tan general y tan “optativo” que puedes usar
indistintamente cualesquiera de sus bondades a conveniencia sin consideración a
tus vecinos y las preexistencias colindantes o del mismo predio. Y lo que es
peor: es gratis, quien opta por el DOT no debe hacer ninguna aportación extra
al erario a pesar de estar obteniendo beneficios a partir exceder la norma.
Es
importante que haya recursos para un fondo metropolitano de transporte público
o para un fideicomiso que utilice aportaciones para conservación de nuestro
patrimonio y mejoramiento del espacio público. Hoy las nuevas construcciones
del centro de Monterrey se configuran con una planta baja con algo de comercio
para “aprovechar” la calle, de cinco a siete niveles de estacionamiento por
encima de esto para cumplir con el “mercado” y el espacio habitable ya sea para
trabajar o vivir en la parte más alta desvinculado de la vida urbana, gracias a
una norma laxa y que no controla nada.
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Reglas volumétricas para el Aprovechamiento Urbano Optativo del Distrito TEC |
Pocos desarrolladores han tenido la visión de trabajar en un modelo de
ciudad controlada y lo han logrado en comunidades construidas casi desde cero y
con muy pocas o nulas preexistencias y vecinos, tal es el caso de Arboleda,
Armida, Vía Cordillera y Domo. Donde el adecuado balance de densidades,
coeficientes de utilización de suelo y manejo de alturas han logrado generar conjuntos
urbanos de escala humana, caminable y hasta cierto punto democrático e
incluyente en el espacio público. Sin embargo, no hay modelos así en la ciudad
consolidada.
El llamado distrito TEC, a punto de terminar de aprobarse, da un paso
adelante en la idea de una ciudad de crecimiento controlado partiendo de la frase “aquí todos ganan”. Sus normas para incentivar el desarrollo en las zonas
de “calles completas” son muy estrictas, en caso que se quiera acceder al
aprovechamiento urbano optativo planteado. En este modelo se puede aumentar la
densidad de 90 a 150 viviendas por hectárea y el CUS desde 1.5 hasta 3.5 si se
cumplen con ciertos lineamientos planteados para fomentar el uso de la calle
por los peatones y con una aportación económica calculada de acuerdo a lo usado
de los incentivos, estos recursos van a un fideicomiso creado para inversión en
espacio público y controlado por los vecinos del distrito. La normativa es muy
clara: todo el estacionamiento subterráneo, las plantas bajas activas y con
actividad comercial y respetar ciertas alturas y remetimientos calculados a
partir de los anchos de calles y la relación con las edificaciones vecinas.
El modelo donde el crecimiento de la ciudad es controlado a partir de lo
que es bueno para todos los involucrados, especialmente los habitantes actuales
y futuros debe proliferar en toda la ciudad; y quien opte por el beneficio de
sobrepasar lo permitido hasta un segundo límite establecido debe hacer una
aportación económica que permita tener recursos para mejorar el ambiente urbano
de la comunidad a la que pertenece. Ya no podemos permitirnos que, en aras de
generar inversión, regeneración urbana y empleos se deje al libre albedrio de
quien invierte el destino de la forma urbana por que ya hemos comprobado que a
la larga genera más problemas que beneficios.
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Edificio Padre Mier (concurso) Propusimos
incorporar el tandem a fin de reducir la masa construida de estacionamiento. |
Imágenes: cortesía del autor
IG @c.ortiz.2
FB Carlos Ortiz
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