La colección se amplía con una nueva pieza portátil que conserva la esencia del diseño original: una esfera de vidrio que parece flotar, marcada por delicadas estrías que evocan plumas en suspensión.
Estas texturas nacen del propio proceso de soplado, donde el vidrio fundido se adapta a una estructura metálica, conservando las huellas de su expansión y caída. El resultado es una forma orgánica, única en cada ejemplar, que captura el instante en que la materia se transforma.
Pensada para acompañar distintos momentos y espacios, esta luminaria portátil emite una luz suave, envolvente, que recuerda la calidez de una vela. Puede trasladarse con facilidad entre interiores y exteriores, manteniendo siempre su carácter íntimo y acogedor. Su diseño responde a una filosofía que valora la expresividad del material y la libertad de uso.
Cada pieza es elaborada a mano, lo que le confiere una personalidad propia. La forma esférica, el acabado del vidrio y la interacción con la luz hacen que cada luminaria sea irrepetible. Está disponible en cuatro tonos —blanco, bronce, verde y gris— y cuenta con tres niveles de intensidad regulable. Su autonomía varía entre 8 y 80 horas, según el nivel de luz elegido, y se recarga por completo en apenas 45 minutos.






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