Una vivienda urbana tejida en un ‘coto’ de la zona
limítrofe Puebla-Cholula (otro tabique como capa de ciudad); el encargo por
asignación directa, por la profunda y longeva amistad con el cliente, arranca
con la búsqueda de la parcela o un barrio consolidado para que se pudiera ejecutar
la inversión de un patrimonio.
Se contrató el proyecto ejecutivo y construcción de la
obra, el primer ensayo para formar un equipo de trabajo, en escritorio y campo.
Hacer una casa, esculpir el tiempo con los sueños propios y ajenos construyendo
la atmósfera del lugar. Ópera prima, del taller: TEA.
Dos cajas intersectadas como esquema compositivo resuelven
las necesidades planteadas; un programa completo y habitable en una sola
planta, y otro nivel de una habitación con acceso independiente, y en una
próxima etapa consolidar la conexión directa entre estas cajas desde el
interior. Que la vivienda se habitara por 2 o en 2 momentos distintos o para 2
usos distintos, pláticas iniciales con el patrono del encargo. Estas “2” cajas
sueltas e independientes de las colindancias, que permitan el paso del viento y
la luz para todos los espacios, garantizando una habitabilidad y salud de la
vivienda.
La planta baja, resuelve un jardín como tapete de
bienvenida y presentar la primera escena de esta secuencia espacial, disolver
la condición de cochera mediante una plaza dura acabada en concreto lavado ordena
la rampa de acceso para después subir medio metro y entrar por esta capa de
cristal, aluminio y perfiles ipr presentando
la sala, comedor a doble altura, baño completo para dos habitaciones y cocina
con acceso a un patio de servicio. En la planta alta, una habitación principal
con baño completo y una terraza acabada en cuadrado de barro.
145 m2
de construcción en 190 m2 de superficie. Ahora se habita como
Casa-Estudio.
Fotografía: Patrick L Jaimes
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