Por Arroyo Solís Agraz
Surge a
partir de la remodelación de una vieja unidad de departamentos estilo Art Decó
y que en sus 4 niveles dio paso a las 27 suites que encontramos hoy en día. El
acceso enmarcado por una señal luminosa discreta y la puerta de herrería
reconstruida con el diseño original del inmueble te reciben para dar paso a la
recepción.
El piso de
pasta se mandó a fabricar para este proyecto y su diseño geométrico cuidó la
simetría de los elementos de la pieza para poder formar una serie de patrones
distintos que permitan darle una identidad homogénea a los espacios de las
suites donde los encontramos, siendo la recepción el patrón más complejo que
sintetiza el conjunto de patrones utilizados.
El patio
central distribuye el acceso hacia la segunda torre, proporciona la entrada de
luz para las suites interiores y por su cercanía con el edificio vecino se
coloca una celosía en la colindancia a manera de elemento escultórico que
proporciona privacidad a ambos edificios sin ser un elemento invasivo que beneficie
únicamente a la unidad que lo alberga. Cubierto con vidrio templado protege de
la lluvia y permite el pasó de luz natural durante el día y por las noches con
la iluminación interior/exterior con un efecto tipo espejo contiene y
multiplica el espacio.
A la terraza
se accede mediante 2 escaleras helicoidales a las que llegas desde un pequeño
pasillo para descubrir una terraza totalmente abierta y llena de vegetación que
le confiere un look un tanto selvático. Con un pergolado de madera proporciona
sombra y se genera un espacio ideal para convivencia.
Arroyo Solís
Agraz se forma después de años de arduo trabajo, cuerpo de nuestro quehacer,
identificamos lo que amamos y odiamos de él. Nos cautiva resolver problemas,
incluso los que van más allá de lo arquitectónico o espacial, desde una
topografía accidentada, hasta un presupuesto magro o una legislación tortuosa.
Al final del día, nos damos cuenta, con cierto placer, que nuestro trabajo es
un profundo acto de optimismo.
Cuando resolvemos
problemas, confiamos todas nuestras capacidades a la racionalidad, la misma que
no sería posible sin las emociones, la belleza, sin la variedad de las
experiencias humanas. Creemos en el análisis concienzudo de los diferentes
puntos de vista y confiamos en nuestra visión profesional para elegir la mejor
solución.
Nosotros
queremos nuestro trabajo y deseamos que sea querido por los demás.
Diseño: Arroyo
Solís Agraz arquitectos Salvador Arroyo Irigoyen, Alejandro Solís Gómez y Rosa Eugenia Agraz
Sánchez
Equipo:
arquitectos Antonio Estrada, Aarón Jassiel, Ricardo Castilla, Wenceslao
Hernández y Emmanuel Romero
Localización:
Ciudad de México
Año: 2017
Fotografía: Diana Arnau
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