De Portada: El nuevo Papalote Museo del Niño en Iztapalapa

El pasado junio de 2015 se lanzo la convocatoria para el concurso Nacional de Arquitectura con la finalidad de escoger la mejor propuesta arquitectónica para la realización de la nueva sede del Museo interactivo infantil, A.C. Papalote Museo del Niño

Por Mitchell Rodríguez @Rdz_Mitch

Justamente a finales del año pasado se dio a conocer el veredicto final por parte del jurado, otorgando el primer lugar al grupo SPRB arquitectos y MX_SI Architectural studio encabezados por Carlos Rodríguez Bernal, Laura Sánchez Penichet, Mara Partida, Héctor Mendoza, Boris Bezan colaborando con Ricardo Valdivia, Lidia Nájera, Claudia Bucio, Olga Bombac y Oscar Espinosa Servín.

Este gran proyecto a realizar al oriente de la ciudad quiere ir más allá de una bonita perspectiva, deseando consolidarse como una clara referencia dentro de la urbe y llegar aun más lejos como un motivador de activación urbana. Esta apuesta ofrece una estupenda calidad para el espacio público buscando  formar conexiones, no solo visuales sino físicas entre el museo y la comunidad de Iztapalapa, procurando que se logre una regeneración y mayores inversiones dentro de dicha localidad.

El museo propone crear conciencia desde quien lo visita hasta quien lo percibe diariamente desde afuera, será una plataforma para la integración y aprendizaje de miles de niños buscando conjugar el entrono que lo rodea gracias a su fachada formada por grandes ventanas que permitirán reflejar la riqueza de la zona, su diversidad, su pasado histórico y su dinamismo actual.

Existen grandes retos para el enfoque de estrategias urbanas que se pretende conseguir, ya que el museo tiene que mediar entre distintas escalas infraestructurales. Por un lado la fachada principal limita con un eje de gran escala que es la calzada Ermita-Iztapalapa y la fachada posterior con una vista urbana conformada por viviendas de uno a tres niveles. Al costado nos encontramos con un Centro Comercial que se impone con gran firmeza a la presencia de dicho proyecto, además de los múltiples puentes peatonales que se conectan con la estación del Metro.

El concepto arquitectónico solicitaba un estacionamiento para 110 autos a nivel de planta baja, por las restricciones dadas del tipo de subsuelo existente se logro corroborar que el proyecto era lo suficientemente flexible para absorber estas nuevas condiciones, recuperando el valor del espacio público como lugar de encuentro nivel calle y responder de manera armónica a la encrucijada urbana, eliminando la necesidad de contar con un estacionamiento subterráneo. Se optó por aprovechar el espacio que ocupaba anteriormente una de las rampas de acceso para redefinir el trazo de la calle interior que separa el Centro Comercial del Museo, pero que al mismo tiempo vincula los estacionamientos de ambos.

La Plaza es uno de los espacios con mayor notoriedad en cuanto a la propuesta, este se encuentra en la parte trasera del museo creando un gran vestíbulo público donde interceptan todos los flujos y accesos del cual es posible iniciar el recorrido. Además de fungir como espacio para actividades lúdicas y educativas; el paisaje que nos brinda enfatiza la organización del espacio interior del edificio, mediante la alineación de arboles que forman un bosquecillo autóctono, conjunto de una fuente de pavimento húmedo que evoca un lago y un estanque. La plaza se incorpora de manera simultánea al interior de museo generando un bosque de columnas y muros buscando sorprender a sus visitantes,  este espacio busca ser al doble o triple de altura al que convergen las salas de exposiciones y programas a efectuar. 



https://www.papalote.org.mx/

http://www.sprb.net/

http://www.mx-si.net/