La exposición ofrece una mejor comprensión de la coherencia
del enfoque creativo y crítico del arquitecto austriaco Hans Hollein
(1934-2014) destacando sus piezas más emblemáticas, que marcan la investigación
realizada a lo largo de más de medio siglo.
Por: Eugenia González @eugenia_circulocuadrado y Lorenzo
Díaz @lorenzodiaz
Su asimilación a un “estilo” posmoderno merece ser
reestudiada hoy a la luz de su participación en las diversas corrientes que
dieron forma a las posvanguardias de los años 1960 a 1980, desde el arte
informal hasta el arte conceptual y la arquitectura radical.
En 1987, el Centro Pompidou le dedicó una importante
exposición en el Foro y, tras su muerte, el Centro Pompidou - Museo Nacional de
Arte Moderno, adquirió en 2016 un importante conjunto de obras que incluyen
instalaciones, maquetas, dibujos y registros documentales que cubren todos los
aspectos y todos los períodos de su actividad.
Con sus primeras investigaciones sobre el espacio
(1958-1962) y la arquitectura-escultura realizadas en Austria y Estados Unidos,
seguidas de la exposición “Architektur” con Walter Pichler (Galerie Nächst St.
Stephan, 1963) y sus collages a escala urbana (hoy conservados en el MoMA), la
primera fase de su obra lo vinculó estrechamente con el arte conceptual, en
particular a través de su participación en catálogos y exposiciones de esta
corriente.
A partir de 1965 participó activamente en la redacción de la
revista BAU en Austria, mientras diseñaba importantes exposiciones, como la
“Austriennale” (Trienal de Milán, 1968), “MANtransFORMS” (Cooper-Hewitt Museum
de Nueva York, 1976) e incluso instalaciones como Die Turnstunde (Städtisches
Museum Abteiberg de Mönchengladbach, 1984). La creación de su emblemática
fachada, compuesta por una columnata, para la exposición fundacional del
posmodernismo “La Strada Novissima” en la Bienal de Venecia en 1980, consolidó
su reputación internacional y su afiliación a este movimiento.
Después de haber creado varias boutiques, en particular
Retti (1966) y Schullin I y II (1974-1976), Hollein multiplicó proyectos
arquitectónicos en Austria, como la Haas Haus (1990) frente a la Catedral de
San Esteban en la plaza central de Viena, así como a nivel internacional, con
grandes proyectos como el Museo Abteiberg en Mönchengladbach (1982), el Museo
de Arte Moderno de Frankfurt (1991) y Vulcania (2002) en Auvernia.
Fuente: Centro Georges Pompidou
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