Una expresión de equilibrio entre arquitectura y naturaleza, un espacio donde cada detalle contribuye a crear una atmósfera de tranquilidad, sofisticación y conexión con el entorno.
Ubicada en East
Lake, San Diego, la residencia está diseñada para fusionarse con su entorno
natural a través de una arquitectura contemporánea que enfatiza la luz, la
fluidez espacial y la nobleza de los materiales. Ejecutado por la arquitecta
Lorena Olmos, este proyecto responde a una visión de diseño en la que el
confort y la sofisticación coexisten en perfecta armonía.
Desde su
concepción, fue pensada como un refugio moderno que privilegia la conexión con
la naturaleza. Los grandes ventanales, las líneas puras y una paleta de colores
neutros permiten que los espacios interiores respiren y se expandan hacia el
exterior, generando una sensación de continuidad visual y espacial. La luz
natural es un elemento clave, filtrándose estratégicamente a lo largo del día
para resaltar las texturas y las tonalidades de los materiales.
El diseño
interior se caracteriza por una distribución funcional y equilibrada. Las áreas
sociales se abren hacia el exterior, integrando terrazas y jardines que
amplifican la percepción del espacio. La cocina, con un diseño limpio y
sofisticado, se convierte en el corazón de la casa, mientras que las
habitaciones ofrecen un ambiente sereno y privado, con vistas enmarcadas por
ventanales de piso a techo. Un hogar en sintonía con su entorno.
Más allá de su
estética, responde a un enfoque consciente del diseño. La selección de
materiales sostenibles y una orientación estratégica optimizan la ventilación y
la iluminación natural, reduciendo la necesidad de recursos artificiales y
promoviendo un estilo de vida más armónico con el medio ambiente.
Fotografía:
Jovana Serrano
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