Una extensión centrada en el disfrute y placer, de una residencia existente en Santa Cruz de La Sierra, Bolivia.
La propuesta
surge de una concepción de paraíso contemporáneo evocada desde un
descubrimiento inusual donde la arquitectura es peculiar, a la vez que alimenta
la imaginación y brinda un espacio adecuado para la relajación y la
socialización.
Ubicado en el
patio trasero de una residencia familiar existente, el proyecto ofrece un
programa lúdico y social que incluye una piscina, un área de barbacoa, una
sauna, un estudio y una habitación para invitados.
El punto de
partida del diseño surge del respeto de los árboles existentes; seguido por la
posición de la piscina, que tiene como objetivo crear un lugar social íntimo en
la parte posterior del edificio; posteriormente, una plataforma elevada que da
la apariencia de tener una estructura flotante, mientras que las columnas
escultóricas imitan y enmarcan el trazo de los árboles existentes y,
finalmente, el nivel superior funciona como plataforma de observación,
proporcionando vistas a los árboles circundantes de la reserva natural
adyacente.
El uso
predominante de ladrillos de arcilla cruda y sus diferentes arreglos, se
origina en la intención de reapropiarse y reinterpretar uno de los materiales
de construcción más tradicionales de la zona de Santa Cruz.
Fotografía:
Paul Renaud
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