Proyecto finalista en la categoría Espacios Interiores Efímeros en el XII Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
Es
una experiencia lumínica junto a una propuesta gastronómica efimera. El objetivo principal fue convertir el vacío en contenido,
entrelazando tiempo y espacio con el objetivo de crear un entorno visualmente
espectacular y de forma abstracta.
El
contraste son las mesas de espejo que permiten al comensal sentirse en un
ambiente distinto cada cambio de tonalidad. Montado en solo 48 hrs,
la iluminación tiene que ver con el concepto, la película de
interestelar dónde se intento realizar una representación del sarape mexicano y sus
colores.
La
forma que se eligió fue por medio de 3,000 tubos y tiras de acrílico transparente
y blanco de .9w tejidos entre si, 24 proyectores programados para proyectar los
diferentes colores de 7 sarapes diferentes, con cambios transitorios cada 10
minutos.
Reinterpreta y honra al sarape de diversas
formas con una serie de muros a diferentes paños y con diferentes colores, con
un candil de 90 m2 y con un muro de 7 m de espejos diagonales que con el reflejo
de genera unos sarapes abstractos, así se podría simular lo vibrante de cada color. Se
colocaron de forma aleatoria para que diera esa idea del espacio de que en
algunas zonas hay más aglomeración de
luces y en algunas otras se colocaron menos luces.
Se enfatizó este efecto adhiriendo
los lienzos de tela para poder combinar formas orgánicas, la sensación de
proximidad y alejamiento, así como de las luces con las caídas de la telas. Se
seleccionó un led especial que tuviera una temperatura ni muy fría ni muy cálida,
2700k para que la suma de las tiras crearan una atmósfera de luz difusa y tenue
donde se crea una iluminación agradable y envolvente desde el usuario se siente
sumergido en el espacio creado.
Fotografía: Jaime Navarro
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