Uno de los atractivos de este proyecto fue la invitación que le hizo el cliente a USOarquitectura para colaborar nuevamente con ellos y hacer una propuesta que permitiera consolidar a los equipos de trabajo —que operaban desde diferentes ubicaciones— en un solo espacio que se desarrollaría en tres fases.
Parecía muy complejo, pero la correcta planeación e identidad que definieron en equipo en el proyecto anterior, sentó las bases para llevar a cabo este nuevo reto logrando el resultado esperado. Sherwin Williams es una empresa que se destaca por la sustentabilidad de sus productos y por este motivo el interiorismo de sus nuevas oficinas debía de ser congruente y mesurado.
Al tratarse de una empresa reconocida
por el logotipo de un globo terráqueo cubierto de pintura, la respuesta
inmediata podría ser abusar del color y pintar cada muro de un tono diferente y
convertir la oficina en un muestrario, pero decidieron no seguir ese camino. La experiencia de la firma en espacios de trabajo les ha enseñado que no tiene por qué ser todo igual, debe haber diferentes ambientes para dar cabida a las diversas actividades que
ocurren en cada uno de ellos, para lo que dieron una respuesta cromática con 14
tonalidades de diferentes grises (cálidos, fríos, neutros y uno ligeramente
verdoso) que usaron como hilo conductor entre los diferentes espacios y zonas
de transición, con 10 tonalidades obscuras que son las protagonistas.
Las paletas de color que USOarquitectura utiliza son extensas, y por obvias razones en este proyecto batieron récord
con una todavía más extensa y más obscura. El mobiliario es de tonos neutros
para no competir con el colorido de muros y alfombra, que también se eligieron
en gamas obscuras con brillantes acentos para identificar a cada una de las
áreas.
Ajustar la manera en la que
trabajaban en la antigua oficina fue de los requerimientos con más relevancia
en el proyecto. Pasar de los espacios cerrados llenos de carpetas a un área
abierta con limitados espacios para guardar y la restricción de mantener los
efectos personales dentro del cajón, les ha costado a los usuarios; pero ahora
disfrutan de un espacio que promueve el orden visual que ha dado magníficos
resultados incrementando la eficiencia y flexibilidad de la operación y el
bienestar de todos los colaboradores.
La organización de la planta privilegia
el área operativa -donde se encuentran la mayoría de los usuarios- que está en
la zona más cercana a las ventanas, reservando los espacios más alejados y sin
ventanas para los privados de los directivos.
Fotografía: Héctor Armando Herrera
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