Los
arquitectos Ricardo Urías y Rodrigo Espinosa idearon una tienda con diversos
ambientes que hacen sentir especiales a los clientes. Suntuoso
y elegante, Adolfo Domínguez transmite con este espacio su sello particular.
Al ingresar
el cliente se encuentra inmerso en un ambiente de exclusividad en el que se
olvida del ambiente exterior. El oro y la plata parecen estar presentes en este
espacio, y eso nos ilumina la mirada. Dorados y plateados que parecen tener luz
propia, destacan las cualidades de las prendas, joyas y peletería de Adolfo
Domínguez, una prestigiada firma de España desde donde provienen las exóticas
maderas que diseñan esta tienda. Y es que el mismo Adolfo Domínguez las eligió
para los acabados, y las hábiles manos de los carpinteros mexicanos hicieron lo
propio.
A cada paso
nos sorprende una nueva perspectiva de los brillos, matices, texturas y
tonalidades, gracias a la disposición del espacio, los sofisticados acabados en
el mobiliario y el diseño exclusivo de las luminarias. Impresionan las diversas
maderas, sus diferentes tonos y
tratamientos que le dan un carácter único al espacio, suntuoso, elegante y con
mucha clase.
Podemos
encontrar algo en colores cálidos o invernales que están dispuestos en anaqueles,
mesas y vitrinas bajo una iluminación áurea o argenta, según sea el caso. Los
arquitectos Ricardo Urías y Rodrigo Espinosa concibieron un ambiente especial
en la que cada elemento está diseñado para la naturaleza y esencia de cada
producto. Las lámparas de suspensión proyectan hacia unas mesas de diseño
exclusivo que le otorgan al sitio un carácter muy especial.
Todo este
universo en 120 metros cuadrados.
Fotografías Frank Lynen
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