Paraje Barrank por anonimous


Celosías perforadas circulares, cuadradas y triangulares crean un collage que hacia el interior filtra la luz en los recorridos proyectando los dibujos en el suelo y hacia el exterior expone un mural contemporáneo que se relaciona con los remates de las azoteas de las construcciones vecinas.

Por: podio @podiomx


El color amarillo del muro colindante, presente en muchas construcciones vecinas de El Pedregal, recibe la luz del oriente durante el recorrido desde el acceso hasta la torre norte. El suelo de loseta hidráulica con dibujos en tonos grises recuerdan los accesos de las famosas "vecindades". La fachada sur, hacia la ciudad, se cierra a través de una piel metálica plegada inspirada en esculturas de Matías Goeritz.
 

El patio, protagonista del proyecto, es el espacio que une la vitalidad de los usuarios. En planta baja una plaza de bambú y helechos invita a la convivencia. En las plantas superiores, las fachadas de tabique cerámico negro se interrumpen por balcones que parecen trampolines al vacío. La madera de los barandales crea equilibrio y calidez con el tabique y el verde de las jardineras. El sello más fuerte del proyecto es el tapete cerámico de la fachada prefabricada de los puentes que unen los dos volúmenes.


El vacío del patio organiza dos volúmenes de cinco niveles con 10 departamentos de 138 m2 cada uno en la zona sur de la Ciudad de México. Las celosías y las organizaciones espaciales de las construcciones vecinas inspiran un proyecto que vive hacia adentro. En un área de 20 x 25 m los departamentos aprovechan todo el frente para lograr que los espacios se llenen de luz y de aire. Un corredor une los volúmenes sur y norte y el patio entre ellos.
 

La fachada ventilada matiza el calor y se abre unas cuantas veces para recibir el aire, logrando ventilaciones cruzadas y al mismo tiempo recibe luz directa durante todo el día. Tres huecos "amarillos" rompen el ritmo definiendo el acceso peatonal, el acceso vehicular y una ventana del PH que busca las vistas de las copas de los arboles del parque próximo. En su basamento se abre con una celosía que permite la entrada de luz al semisótano del estacionamiento y en el remate del Roof Garden una buganvilia morada contrasta con el tono metálico de la fachada.



Fotografía: Marcos Betanzos


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