
La vorágine social, económica, geopolítica y tecnológica que supuso el cambio de siglo y la consolidación de la revolución industrial conformó el terreno fértil para una enorme cantidad de movimientos de vanguardia en el arte y las artes aplicadas de finales del siglo XIX y principios del XX. En un muy complejo momento personajes de gran talla y extraordinaria visión crearon las bases de lo que más adelante sería considerado el motor cultural clave del siglo XX, el movimiento moderno.