Una residencia contemporánea que combina diseño audaz, materiales naturales y una distribución estratégica para integrar funcionalidad, privacidad y conexión con el entorno.
Ubicada en Balcones de Juriquilla, Querétaro, esta residencia propone una arquitectura contemporánea que conjuga diseño audaz, acabados naturales y funcionalidad en cada uno de sus espacios. Desde un volumen exterior de carácter dominante, definido por ejes verticales que aportan presencia y regulan pasivamente las condiciones climáticas, hasta un interior que privilegia la amplitud y la iluminación natural, cada decisión proyectual responde a una intención precisa.
El área social —concebida a triple altura— se envuelve en materiales aparentes y naturales, como madera, mármol y concreto expuesto, que configuran una atmósfera cálida y sobria. La distribución interior equilibra privacidad y funcionalidad: espacios como la sala de TV, la cocina, el estudio y las recámaras permanecen ocultos desde el núcleo principal, preservando una organización estratégica donde la estancia se convierte en eje articulador.
Al exterior, un jardín amplio se abre hacia una terraza revestida en madera y tonos neutros, extendiendo la experiencia habitable hacia el paisaje y generando una transición sutil entre lo construido y lo natural. Pensada para una familia que valora el encuentro, la propuesta conecta las áreas sociales con una terraza generosa que convive con el jardín posterior, integrando vistas verdes y reforzando la relación entre interior y exterior.
Para controlar el asoleamiento, se optó por una fachada principal casi ciega, que protege las áreas privadas de la incidencia solar directa, manteniendo el confort térmico sin comprometer la expresión arquitectónica.
Fotografía: Ulises Salazar Gómez
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