Seguramente un gran ejemplo del modernismo mexicano, un edificio afortunadamente bien conservado, un inmueble aún funcional, uno que finalmente queda documentado como se debe

Parte de mi infancia transcurrió en la zona de San Ángel en el sur de la Ciudad de México. Constantemente pasábamos enfrente del edificio del “Capfce” y escuchaba yo los comentarios y el análisis elogioso que hacían mis padres con respecto a su arquitectura y a su acertado emplazamiento. Los años han pasado y el edificio diseñado por el arquitecto Artigas mantiene su dignidad. Como bien señala Alejandro Hernández en su texto, su estado de conservación es ejemplar, el que un edificio de gobierno no haya sido intervenido, adecuado y adaptado hasta deformarlo irreconociblemente es una gran excepción, una que la historia agradece.