Siguiendo
el mítico recorrido, tan de boga en tiempos del romanticism, Graves documentó
su estancia en Roma y excursiones por Europa a principios de los años 60.
Brillante
como estudiante Graves culminó sus estudios en la Universidad de Cincinnati y
la de Harvard con honores así otorgándosele el prestigiado “Rome Prize” que lo
llevó a capital Italiana en 1960. Su
residencia en la “American Academy” en Roma le abrió la posibilidad de replicar
el viaje que siglos antes grandes arquitectos había realizado en el afán de
comprender la historia de la arquitectura.