Proyecto finalista de la categoría Comercial del XIII Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
Un taller creativo que ofrece vistas
panorámicas, mientras una escalera y puente conectan con salas de exhibición
adicionales. La combinación de luz, materiales y diseño de recorridos crea una
simbiosis única con las piezas, destacando el arte de crear espacios y
mobiliario sensorial.
El proyecto consiste en la revitalización
del showroom de una marca emblemática en Ciudad de México. Inspirado en su
legado y atención al detalle, se creó una entrada única: una "bóveda artesanal"
que conduce a una experiencia sensorial a través de luz, texturas y escalas. La
fachada de piedra registra el juego de luz y sombra, simbolizando la tradición
y el oficio.
Al descender por una escalera de madera,
se sumerge en un ambiente oscuro que anticipa el descubrimiento gradual de las
piezas icónicas de Alfonso Marina. La galería principal se revela como
resultado de la sustracción de masas, con grietas y capas de luz que enmarcan
las obras y juegan con las perspectivas.
Fotografía: Jaime Navarro
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