Un proyecto que involucra de manera total a los clientes obteniendo una
pieza funcional, estética y atemporal que se destaca por el enfoque al detalle.
Se encuentra en una de las zonas de mayor plusvalía y crecimiento de la
ciudad de Cancún en Quintana Roo. Su estructuración parte de una cimentación
profunda compuesta por pilotes de concreto armado, seguido por un sistema de
muros de carga con losas reticulares.
Al contar con tres fachadas, las vistas se posicionan estratégicamente
respondiendo al contexto y aprovechado las áreas libres del residencial. La
configuración de la planta baja parte de un esquema de planta libre que se
extiende al exterior a través de un cancel en escuadra que integra la terraza y
alberca, creando un espació versátil para diversas actividades sociales.
La fachada se acentúa por el elemento dominante que se percibe como una
caja de mármol suspendida en la que se presentan juegos entre macizos y vanos. Un
lenguaje claro de modulación, donde las proporciones juegan un factor
importante.
El segundo nivel disminuye su área de desplante para alojar dos
recamaras y una terraza privada con jacuzzi, protegida por una barrera de
vegetación natural para ofrecer privacidad al usuario. La vegetación toma un
papel importante en el desarrollo y se presenta bajo diversas funciones
brindando diferentes sensaciones a los espacios.
Fotografía: Wacho Espinosa
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