Año con año nuestra vista a Milán nos revela las nuevas tendencias, el recorrido por el recinto ferial y las diferentes zonas de la ciudad nos dan las claves esenciales para entender como evolucionará el mundo del diseño de interiores y el mobiliario en el ciclo que con Milán comienza.
Uno de nuestros objetivos a cumplir durante nuestra visita
anual a los eventos de la semana del diseño en Milán es detectar y comprender
las tendencias que los diferentes proveedores siguen y proponen en sus espacios, así como en los productos y servicios que ofrecen.
La visita a cientos de espacios de productores de muebles,
cocinas, artefactos de iluminación y demás complementos para el diseño de
espacios interiores permite hacer un ejercicio que, por la dimensión misma del
evento, es único y de gran valor. Nos parece que no existe ningún lugar —ni
momento en el año— en ningún otro encuentro alrededor del planeta que presente
una oportunidad tan vasta para comprender estas variables.
Este año, aunque en el marco de un evento excepcional, la
misión que nos imponemos rindió frutos y lo encontrado da claras directrices de
cuales serán las tendencias para los próximos meses. A continuación una síntesis de imágenes y nuestra conclusión sobre
los hallazgos.
Paleta de colores:
Dominan los tonos naranjas, en particular tangerina. Se
trata de tonalidades saturadas y de gran intensidad. La paleta de naranjas tiene
un matiz “quemado” con peso hacia el café. Como tonalidad de contraste la paleta de
color presenta un azul claro, casi pastel, ligero y suave. El segundo gran
protagonista es un rojo que está entre el terracota y el vino.
Entorno a estos colores sobrevive el rosa que habíamos
encontrado en años pasados, un rosa “millenial”. Complementan a la paleta tonos
de verde saturado, vegetal y guiños de verdes ligeros que van entre el acqua y
el pasto.
Paleta de materiales:
Encontramos maderas rojizas, con tonos naranja. Vetas
marcadas, muy lineales y en ligero contraste. Colocación de chapas siguiendo
cánones de ebanistería clásica y formando geometrías muy evidentes. Aparecen
tonos de madera exótica, palo de rosa y caoba, maderas vintage que recuerdan
las aplicaciones de los años 50. Persiste el uso de nogales con tonos de
claros, hacía el café con leche.
El uso de metales se sigue extendiendo y aparecen los cobres
y latones cepillados en acabados mate. Mucha presencia de elementos tubulares
en los colores de tendencia, en particular en los tonos vino y terracota.
Los textiles presentados tienden todos a los colores claros
en las superficies grandes, grises muy claros en tonos cálidos y blancos
crudos. La textura muy notoria e increíblemente similar entre todos los fabricantes.
Texturas con crepés acentuados y ligeros patrones cuadriculados creados por el
mismo tejido. Hay una enorme cantidad de cojines en todos los confortables, de
todos tamaños creando una sensación de confort y recogimiento.
En muros y superficies vemos el uso intensivo de color,
incluso en tintes saturados. Aparecen texturas con pastas y yesos retomando
usos de los años 60 y 70. Vemos una disminución en papeles tapiz. Hay una
abundancia en el uso de plantas y vegetación en los espacios interiores, favoreciendo
a las cactáceas y a las plantas con grandes hojas, todas ellas exóticas en
Europa pero muy a la mano aquí en México.
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