Después de 17 meses el salón del mueble regresó al recinto ferial de Pero/Rho en Milán.
60
años de historia ininterrumpida se vieron abruptamente detenidos con la
pandemia mundial del covid-19, cuando todo se encontraba listo para la edición
2020, todo se paralizó en cuestión de días.
Después de
complejos procesos de negociación y de una tropezada toma de decisiones, se
llegó al acuerdo, entre los protagonistas que controlan la organización del
Salón, de intentar una edición de éste en septiembre del 2021. Se habló de una
edición de tránsito hacia la “nueva normalidad”, se buscó un modelo que
permitiera atenuar los enormes estragos económicos y enfrentar los retos aún
presentes de la crisis sanitaria.
Es así como,
con gran expectativa, zarpamos hacia Italia retomando nuestro ya habitual
peregrinaje al salón del mueble y conocer, de primera mano, las novedades que
el mercado presenta. Con gran curiosidad acudimos a la cita a conocer y
entender el modelo propuesto y tratar de vislumbrar lo que las nuevas dinámicas
de mercado suponen.
La organización
de la feria buscó al arquitecto Stefano Boeri y lo nombró “curador” de esta
edición. Fue él, de la mano de un equipo internacional y multidisciplinario,
quien finalmente ideo un modelo completamente nuevo. Se trata de una edición
“única” en la que los expositores tendrían acceso a un tramo de pared, en lugar
de un espacio para un tradicional stand o pabellón. En ese tramo de pasillo las
empresas presentarían al público sus novedades. Vale la pena señalar que
excepcionalmente el recinto ferial estuvo abierto al público en general toda la
duración del evento, en lugar de hacerlo sólo un par de días.
De 24
pabellones en esta ocasión la feria se redujo a 4, de 350,000 asistentes el
flujo de visitantes bajó a uno 60,000. Sin duda un fenómeno completamente
diferente, uno en el que hacer comparaciones es irrelevante. Un primer paso
después de un golpazo como nunca.
El resultado
dejó sabores dulce amargos, algunas frustraciones y muchas expectativas rumbo a
la tradicional edición de abril del 2022 que promete regresar al formato
tradicional. Lo cierto es que el SuperSalone es un regreso consensuado y
difícil que llega como una bocanada de oxígeno a una situación ya angustiante,
hay que reconocer del gran valor de los involucrados en retomar lo casi
perdido.
Sin lugar a
duda podemos decir que el Salón del Mueble está de vuelta y que las empresas,
entidades, diseñadores y en general la ciudad, se confirman como la capital del
diseño a nivel mundial. Hace falta mucho que recorrer para encontrar un nuevo
formato exitoso y a la vez virtuoso, pero sin duda retomamos el camino de
manera definitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario