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“Hoy, hemos visto sufrir una hipertrofia de la memoria, no de la historia. No siempre está claro lo que está en juego en este cambio semántico, y los intensos debates recientes sobre la historia frente a la memoria rara vez nos han llevado más allá de intereses profesionales o políticos arraigados.”
Andreas Huyssen
Pasados
Presentes, palimpsestos urbanos y la política de la memoria
El caso de casa Langstroth
Hace más de un año fuimos
contactados por quien llevaba la gestoría del proyecto para un centro comercial
en el centro de Monterrey que integraba un edificio construido en 1922 por Frank
Woodyard Boggs de estilo Art Decó que por muchos años albergó la casa ferretera
local Langstroth, durante el siglo XX el edificio fue catalogado como la
“ferretería más bella del mundo” por la prensa. Además buscaba demoler la
última crujía en pie y su fachada de Ladrillo de la única casa de corte anglosajón que quedaba en la ciudad, contigua a Langstroth. Nuestro alcance fue
claro: determinar, en conjunto con las autoridades, los lineamientos de
adaptación de este centro comercial a las edificaciones históricas antes
mencionadas, buscando su restauración completa.
El centro comercial era muy
invasivo con los edificios históricos ya que demolía por completo los restos de
la casa anglosajona y borraba el interior de Langstroth dejando solo su fachada
en pie, con el pretexto de que comercialmente no servía. El reto no era menor:
respetar y restaurar los edificios históricos sin menoscabo de los intereses
comerciales del nuevo complejo.
Nos dimos a la tarea de estudiar
la parte comercial del complejo para entender las dinámicas de mercado que lo
haría funcionar; en ellas los edificios históricos la llevaban de perder ya que
al tener un sótano de mucha altura para recibir camiones de mercancías no
enlazaba con el modesto sótano de tres metros de alto de Langstroth. Además los
entrepisos del centro comercial de igual forma no se homologaban a los del
edificio patrimonial. No conforme con eso, el complejo albergaría un cine de
seis salas cuya mejor ubicación en términos de flujo comercial era justo sobre
Casa Langstroth.
Nuestra propuesta fue de diálogo
entre intereses, analizamos los entrepisos del centro comercial y vimos que con
una ligera redistribución del sótano para que los camiones no tuvieran que
llegar hasta Langstroth podíamos hacer un firme en rampa al 6% para empatar
ambos sótanos (Imagen 1), además el nivel de planta baja del edificio nuevo
podía subir un metro para empatarse con la losa de entrepiso del edificio
patrimonial y así no demoler la gran galería que por casi un siglo albergó la
ferretería. Para empatar con el primer nivel de comercio propusimos levantar la
losa de entrepiso un metro y en su reconstrucción a este nuevo nivel se podían
hacer los refuerzos estructurales necesarios para soportar el siguiente nivel
comercial dedicado a salas cinematográficas.
El gran problema era el volumen del cine que requería más de doble altura para funcionar y esto era un factor
muy invasivo para el edificio. Primero estudiamos las posibilidades
estructurales y con leves refuerzos, luego de pruebas no invasivas al concreto,
vimos que se podía construir la nueva estructura. La parte más importante es
que los clientes permitieron eliminar una sala y esto ayudó a redistribuir todo
el complejo para hacer una volumetría más respetuosa hacia el edificio (Imagen
2). Esta volumetría fue estudiada y definida en conjunto con las autoridades
del INAH y el INBAL, estos últimos viajaron desde Ciudad de México para poder
ver las propuestas directamente en el lugar. Para esto hicimos una maqueta de
toda la manzana que estuvimos modificando en conjunto con ellos en sitio (imagen
3).
La casa anglosajona, donde se dice
que estuvieron las primeras oficinas de Fundidora, tiene una fachada de
ladrillo rojo que esta pintada y muy dañada pero que en planta baja tiene
aperturas muy adaptables al centro comercial por lo que propusimos eliminar esa
ultima crujía no sin antes reforzar la fachada con contrafuertes de concreto
para dar paso la construcción del sótano y los subsecuentes pisos comerciales
rescatando y restaurando totalmente la fachada histórica. (imagen 4).
El resultado (imagen 5) fue una
estrategia de intervención que permitiría albergar un programa arquitectónico
contemporáneo, adecuado a los intereses comerciales de los nuevos propietarios,
pero respetuoso de la esencia de los edificios históricos, sobre todo del gran
piso de ventas de Langstroth que creemos es la parte más importante de este
edificio.
Nuestro alcance se limitaba a
definir con las autoridades los lineamientos de intervención y el proyecto ya
no está en nuestras manos, esperamos se sigan estas directrices para que el esplendor de antaño de Langstroth vuelva a brillar ahora con su nuevo uso
comercial y de esparcimiento para los visitantes de la zona. La conservación
del patrimonio arquitectónico no esta peleada con las adaptaciones a la vida
contemporánea pero para lograrlo todas las partes interesadas deben establecer
un diálogo profundo y de altura sobre la gama de posibilidades para lograrlo.
Ejercicios como este deben hacer
para cada edificio considerado patrimonio arquitectónico para reforzar los catálogos
oficiales avalados por el INAH e INBAL a fin de que se tengan de antemano
exploradas las posibilidades máximas de explotación de las edificaciones sin
menoscabo de su calidad artística o monumental.
Como arquitectos nuestros
proyectos toman caminos inimaginables durante su curso. Una vez me dijo un
colega de cierta fama que en su experiencia, si bien nos va, solo el veinte por
ciento de los proyectos que realizamos llegan a buen término, el resto quedan
truncos en el camino por mil razones. Máxime aquellos cuyo trayecto depende en innumerables tensiones que en cualquier momento pueden desatar un evento que
haga cambiar el curso del proyecto. Esperamos que las tensiones que se
mantienen alrededor de estas dos edificaciones históricas no hagan cambiar el
curso que definimos en su momento todos los involucrados en conjunto.
Imágenes:
1.- Corte Longitudinal del centro comercial
incluyendo la casa Langstroth
Imagen: Archivo CO2 taller
2.- Fachada sobre Mariano Escobedo mostrando la escala hacia la calle Padre Mier
Imagen: Archivo CO2 taller
3.- Autoridades del INAH, INBAL, equipo CO2 y Propietarios en sesión de trabajo en sitio
Imagen: Archivo CO2 taller
4.- Perspectiva de conjunto mostrando el rescate de la fachada de la casa de estilo anglosajón de ladrillo.
Imagen: Archivo CO2 taller
5.- Montaje comparativo sobre una foto tomada por el historiador Luis Pozos
Imagen: Luis Pozo
montaje: CO2 taller
6.- Animación mostrando las estrategias de intervención en cada piso de Langstroth.
Imagen: Archivo CO2 taller
7.- Fachada Langstroth.
Imagen: Archivo CO2 taller
8.- Interior Langstroth planta baja.
Imagen: Archivo CO2 taller
9.- Interior Langstroth planta alta.
Imagen: Archivo CO2 taller
Imagen: Archivo CO2 taller
2.- Fachada sobre Mariano Escobedo mostrando la escala hacia la calle Padre Mier
Imagen: Archivo CO2 taller
3.- Autoridades del INAH, INBAL, equipo CO2 y Propietarios en sesión de trabajo en sitio
Imagen: Archivo CO2 taller
4.- Perspectiva de conjunto mostrando el rescate de la fachada de la casa de estilo anglosajón de ladrillo.
Imagen: Archivo CO2 taller
5.- Montaje comparativo sobre una foto tomada por el historiador Luis Pozos
Imagen: Luis Pozo
montaje: CO2 taller
6.- Animación mostrando las estrategias de intervención en cada piso de Langstroth.
Imagen: Archivo CO2 taller
7.- Fachada Langstroth.
Imagen: Archivo CO2 taller
8.- Interior Langstroth planta baja.
Imagen: Archivo CO2 taller
9.- Interior Langstroth planta alta.
Imagen: Archivo CO2 taller
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