Una residencia cerca del mar para vacacionar disfrutando de sus interiores y exteriores, así como de la bien estructurada relación entre todos sus niveles.
El
reto que presentó esta casa cerca del mar fue lograr el máximo aprovechamiento
de los 227 m2 del terreno localizado en el fraccionamiento Puerto Cancún, uno
de los más recientes desarrollos inmobiliarios de esta joya del caribe
mexicano. La casa se distribuye en 4 niveles respetando la altura media de la
zona y los espacios se organizaron por medio de una interesante composición
geométrica que presenta una atractiva dinámica en los cuerpos exteriores que se
perciben en las diferentes fachadas.
El
acceso principal que es solamente peatonal lleva hacia el vestíbulo que dirige
hacia el área social que es núcleo de la casa en la primera planta y logra una
integración completa con la terraza exterior y la alberca, con la intención de
aprovechar la amplitud y funcionalidad que brinda el tener un solo espacio. La
generosa estancia y comedor —conectados con la cocina—se comunican con la parte
posterior vinculando los bien equipados exteriores con las comodidades del
interior.
La
casa tiene una capacidad para que duerman 14 personas. En el primer nivel se
distribuyeron 3 recámaras, cada una con su propio balcón, dos con baño completo
y una con baño y vestidor. En el segundo nivel se localiza la recámara
principal con baño completo y vestidor y un balcón perimetral.
En
la paleta de acabados predominan los colores neutros. En
los pisos de toda la casa se colocaron porcelanatos de color gris claro y los muros
se pintaron con una selección tonalidades claras. Los textiles de los blancos, cortinas
y tapicería de la casa contrastan con la neutralidad del concepto base,
resaltando la calidez a los espacios y generando un armónico dinamismo con las
texturas con las maderas naturales de parota y nogal de la carpintería.
Fotografía: Claudia Hans
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