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Partiendo por dos necesidades, el programa para la Nave Regiocoloides fue integrar una planta de producción de químicos y un módulo de oficinas en un espacio de 400 m². El rigor de la estructura ordena el espacio y permite que las funciones se dividan en módulos.
Para esta nueva sede de la empresa, la encomienda de DACOVA fue realizar cambios para lograr que su proceso fuera más claro y eficiente que antes. El reto del proyecto no tenía que desentonar con su contexto industrial de naves, mismas que albergan un programa de oficinas corporativas donde se pretende recibir a clientes extranjeros.
Recurriendo a la utilización de materiales industriales como las naves típicas, los espacios se construyeron de block de concreto, estructura de acero, laminados y vidrio. Sin embargo, se logran espacios limpios donde cabe cualquier programa.
Cerrada hacia el exterior, un pórtico de acceso brinda una escala que recibe al peatón y protege la fachada del sol. Un patio central inunda el área de oficinas de luz y ventilación dejando todas las áreas iluminadas naturalmente. En la segunda planta, una oficina principal se abre hacia el área de producción. Para el resto del programa, un laboratorio y espacio de trabajo compartido rodean al patio central.
*Con información cortesía de DACOVA
Fotografía: Adrián Llaguno
www.dacova.mx
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