Por The Light Report @diezcompany
FollowMe Colors: icónica y atemporal
Si una pieza tuvo éxito y aceptación instantánea, esa fue FollowMe. Ya un clásico entra las lámparas portátiles gracias a su facilidad para llevarla a cualquier lugar y cualquier hora. Su autora, Inma Bermúdez, lo expresa de manera sucinta: “Cuanta más libertad de uso tenga la lámpara, más espacio dejará para la espontaneidad del usuario”. Así, luz y movimiento estrechan su relación que permanece intacta en cualquier lugar.
Su diseño se mantiene vigente al paso del tiempo. No es una moda ni una tendencia, simplemente establece un lazo con su entorno, se mimetiza con él o, al contrario, lo realza y protagoniza. Está disponible en acabado natural y cuatro colores: rosa, azul, terracota y verde. La pieza forma parte de la colección del Museo del Diseño en Barcelona y recibió el premio Red Dot en 2016.
Bolita: cambia la luz con un toque
Diseñada por Kaschkasch, la lámpara transmite la luz mediante el movimiento, su superficie redondeada invita a tocarla y al hacerlo la intensidad de la luz cambia y crea un hermoso efecto visual. Un diseño tecnológicamente innovador que recupera el sentido del tacto. No obstante, lo que el usuario observa a primera vista es su belleza, no su función.
Por otro lado, su estructura es simple: una superficie redondeada que alberga un led ubicado en un eje central y una esfera de vidrio superpuesta. Cuando la lámpara se mueve con la mano, crea un efecto de eclipse. “Como diseñador, es preciso encontrar un equilibrio perfecto entre función y estética”, refieren los creativos Florian Kallus y Sebastian Schneider. Y, sin duda, Bolita ha cubierto las expectativas con creces.
Múltiples posibilidades de movimiento y forma ofrecen Milana. Esta lámpara permite jugar con la luz al mover su cuerpo de modo vertical y horizontal. De esta manera se crean innumerables composiciones. Creación de Jaume Ramírez, Milana tiene como premisa la manipulación para ajustarla al entorno.
“En nuestros diseños, la relación directa entre el objeto y la persona es el primer factor que tomamos en cuenta”, refiere Jaume Ramírez, quien señala que una lámpara enfatiza la condición humana y que, si se desconecta al objeto de la condición humana, ya no es necesario. Por esa razón estima tanto la idea de manipularlo.
Las piezas de Marset forman parte del portafolio de Diez Company.
*Con información e imágenes cortesía de la marca
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