Sin lugar a dudas la zona de Ventura-Lambrate se ha
consolidado como el lugar donde se presentan ideas frescas, innovadoras e
inclusive experimentales en el ámbito del diseño. Este año no fue la excepción
y pudimos ver cosas interesantes provenientes de diferentes partes del orbe.
Propuestas provenientes de lugares remotos como Tailandia o el mismo México
enriquecen los hallazgos. Una enorme cantidad de referentes universitarios y
jóvenes talentos forman la base de esta área tan propositiva.
Dispersas en varias bodegas y viejos dispensarios las
muestras de esta zona le dan un sabor especial a la visita, una de
descubrimiento y novedad periférica. Sin duda una atmósfera relajada y poco
formal que se llevan muy bien con lo presentado. Llamó la atención la fuerte y
ruidosa incursión de Ikea con una “aldea” enorme donde con un lenguaje
fuertemente mercadotécnico impusieron su presencia durante la semana de diseño
en Milán, habrá que ver en el año por venir como este tipo de incursiones de
grandes corporaciones marcan a áreas tan espontáneas como esta, todo está por
descubrirse.
Zonas como esta son precisamente las que han logrado
consolidar a Milán como la capital mundial del diseño, aunado a los eventos de
Salón del Mueble, iniciativas así han diversificado y complementado la oferta
de una manera sin paragón.
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