Este fin de semana nos dimos a la tarea de conocer el Salón del Anticuario y Salón de Fotografía, dentro de la Zona Maco. En esta segunda edición las firmas de antigüedades y objetos que mostraban, fueron previamente aprobados o evaluados por un comité de expertos entre los que destacan: Daniel Liebsohn, Andrés Siegel, Juan Manuel Corrales, Leonor Cortina y Héctor Rivero Borrell
Empezaremos
por decir que, acertadamente esta no es una muestra grande, pero sí muy valiosa
en contenido. Únicamente 4 pasillos amplios, generosos para recorrer, al igual
que los stands que en su mayoría eran
dobles o hasta triples. Esto hizo que los muebles y objetos de los 19
expositores del salón del anticuario y
la obra de los expositores del salón de fotografía se pudieran observar
con detenimiento, pues te permite entrar a cada espacio, recorrerlo, hablar con
los galeristas o coleccionistas y obtener un poco más de información sobre las
piezas que han llamado la atención del visitante.
Llamó mi
atención que no solo encontré las conocidas figuras religiosas, bruñidos o
estofados de los siglos 17 o 18, sino que muchos de los anticuarios mostraron
preciosos muebles en madera taraceada y hueso esgrafiado, pinturas, piezas de
plata, hasta joyería y relojes. Además
de estos objetos y muebles muy clásicos de los anticuarios, encontramos también
una magnífica selección de piezas de porcelana de la conocida firma portuguesa
de Luis Alegría, pudimos observar un stand dedicado a luminarios vintage y dos más: EyeCollection y
Parada 54, especializados en artes
decorativas, mobiliario y piezas clásicas de la primera mitad el siglo XX.
En
el primero, Alexandre Lemaire concibió un espacio a media luz un tanto
dramático, pues la iluminación que destacaba era de los luminarios decorativos,
ahí encontré algo me que hizo saltar de emoción, una colección de perspectivas
(acuarela y tinta) de interiores, de los arquitectos Mario Pani y Luis Barragán,
en ellas además de poder ver los impecables trazos de la mano de estos
arquitectos, también fue muy curioso
poder apreciar los detalles que mostraban como: luminarios decorativos,
espejos, mobiliario y tapetes.
En
algunas de estas perspectivas incluso se
lee además de sus firmas, las anotaciones de fecha y ubicación del proyecto. Me
hizo recordar las horas que uno podía estar trazando los interiores de una casa
ya que hasta hace pocos años los modelos 2D y renderizado no existían. Estos
dos stands tenían una muy buena
selección de piezas decorativas: floreros, jarrones, ceniceros, revisteros y
varias cosas más.
El 90%
de los expositores del salón del anticuario cuidaron mucho de la
iluminación, varios cerraban sus espacios lo que hacía la experiencia de
recorrido algo más íntima y personal. Así caminando por esos pasillos pudimos
ver algo de las colecciones de
Galerías Esquivel, Diptych Fine Arts, Galerías
Grimaldi, Mario Uvence por mencionar algunos. También tuve ocasión de saludar a Rodrigo
Rivero Lake que exhibió una serie de cajas y arcones excepcionales, así como 2
grandes puertas y dos hermosas ventanas, estas últimas talladas en piedra, y una
vitrina que mostraba objetos decorativos, pequeñas tallas, cocos esgrafiados y
recubiertos con filigrana en plata entre otros.
Ahí
encontramos dos anticuarios que mostraban artículos del tiempo del porfiriato, al
final y como transición para pasar a la zona de fotografía un expositor dedicado
a fotografía antigua. A partir de este punto encontramos espacios de fondo
totalmente blancos, amplios y muy iluminados, todos los stands del salón de la
fotografía presentaban su obra en estos muros limpios y sencillos. La
obra que se mostró en el salón de foto fue seleccionada por un comité formado
por Daniel Garza-Usabiaga, Ana Elena Mallet y
Mauricio Maillé.
Una
constante fueron composiciones de flores, frutas y vegetales, a manera de
modernas escenas de “bodegones”. Varios de los fotógrafos presentaban imágenes urbanas,
especialmente edificios derruidos o antiguos, un ejemplo fueron las fotos del Cine Opera que realizó Michael Nyman. En
el pasillo siguiente nos detuvimos a observar un políptico de Juan de Sande
formado por 30 fotos que mostraban el
mismo armario (closet) retratando sus diferentes configuraciones, al
experimentar con el abrir y cerrar de sus puertas.
En
fin nosotros quedamos con muy buen sabor de boca y esperamos poder repetir la
experiencia en una próxima edición.
Fotografía de Delfina Sieiro
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