Son ya tres años que en este periodo coinciden tres magnos eventos que le han dado un panorama nuevo a la promoción de los productos, servicios y talentos de esta industria. La veterana expo Cihac, el maduro Design Week y el Abierto Mexicano de Diseño, que comienza a consolidarse satisfactoriamente, llenan nuestros días de innumerables encuentros y compromisos
Por Lorenzo Díaz @lorenzodiaz
Termina octubre y con ello el mes de más actividad para el mundo de la arquitectura, el interiorismo y el diseño. Una mezcla de circunstancias ha hecho de este mes uno lleno de eventos, ferias y festivales
Concluyeron las ya vacaciones de verano y los chavos ya están en clases (incluyendo a los estudiantes universitarios), el clima es más bondadoso -al haberse terminado el periodo de lluvias- y el saturado calendario de festejos patrios, religiosos y demás encuentra un espacio que abre sus puertas a semanas ideales para este tipo de encuentros.
Son ya tres años que en este periodo coinciden tres magnos eventos que le han dado un panorama nuevo a la promoción de los productos, servicios y talentos de esta industria. La veterana expo Cihac, el maduro Design Week y el Abierto Mexicano de Diseño, que comienza a consolidarse satisfactoriamente, llenan nuestros días de innumerables encuentros y compromisos. Precisamente el fin de semana pasado se dio la concentración más importante de eventos de todos estos aconteceres. Como nunca antes había sucedido la ciudad se convirtió en un hervidero de diseño y los eventos eran mucho más de los que el físico y el cerebro permitían cubrir.
Termina octubre y con ello el mes de más actividad para el mundo de la arquitectura, el interiorismo y el diseño. Una mezcla de circunstancias ha hecho de este mes uno lleno de eventos, ferias y festivales
Concluyeron las ya vacaciones de verano y los chavos ya están en clases (incluyendo a los estudiantes universitarios), el clima es más bondadoso -al haberse terminado el periodo de lluvias- y el saturado calendario de festejos patrios, religiosos y demás encuentra un espacio que abre sus puertas a semanas ideales para este tipo de encuentros.
Son ya tres años que en este periodo coinciden tres magnos eventos que le han dado un panorama nuevo a la promoción de los productos, servicios y talentos de esta industria. La veterana expo Cihac, el maduro Design Week y el Abierto Mexicano de Diseño, que comienza a consolidarse satisfactoriamente, llenan nuestros días de innumerables encuentros y compromisos. Precisamente el fin de semana pasado se dio la concentración más importante de eventos de todos estos aconteceres. Como nunca antes había sucedido la ciudad se convirtió en un hervidero de diseño y los eventos eran mucho más de los que el físico y el cerebro permitían cubrir.
Mucho
se he publicado de todo lo sucedido, las propuestas más destacadas han acumulado
muchos “likes” y nuestros “timelines” se han llenado de creativas imágenes de
todo tipo de productos, instalaciones y sonrientes protagonistas. Pero ¿qué nos
deja este torbellino de diseño?
A
una semana de concluido este tema creo que es oportuno reflexionar sobre lo
acontecido y buscar darle un significado y entender el valor de lo encontrado.
Resulta plausible el logro alcanzado por dos de los tres acontecimientos,
Design Week y el Abierto Mexicano de Diseño consolidan un proyecto con
objetivos claros y cada vez más incluyentes. Es notorio como ambas iniciativas
han logrado consolidar una estrecha relación con el gobierno local encontrando
cada uno, en instancias diferentes, apoyos que inclusive llegan a lo económico.
Curioso
también que ambos encuentros hayan consolidado alianzas con museos para
presentar sus foros. DW lo hace con el Museo Tamayo y el Museo de Arte Moderno
y AMD con el Franz Mayer, Bellas Artes y el Munal, lo que suma a cinco
prestigiadas instituciones a la promoción del diseño en sus diferentes
vertientes.
Cihac
por su parte, aún en su segundo año con nuevos dueños, demostró que es una
fórmula estancada que parece estar atada a un anquilosado pasado. Caracterizado
por un irracional desperdicio de recursos y utilizando métodos mercadológicos
ya superados, las grandes firmas de la industria de la construcción y los
acabados muestran sus nuevas propuestas en pabellones faraónicos que poco dicen
y mucho menos escuchan. El poder de los billetazos mantiene a este espacio
lleno de clientes y a sus pasillos concurridos de un heterogéneo y poco
definido público. Me queda la profunda duda de si el retorno de inversión es
medible, de si los encargados de mercadotecnia pueden medir los resultados de
repetir año con año circunstancias que los han colocado en una ostentosa y cara
zona de confort.
La
noticia llegada desde la asamblea del ICSID fue sin duda la cereza del pastel,
el equipo de Design Week logró obtener la nominación para la Ciudad de México
como Capital del Diseño para el 2018. Una afortunada coincidencia que permitió
demostrar que con siete años de presencia este evento apenas comienza y que el
reto que esta nominación implica traerá con ello prometedoras oportunidades.
Sin duda un batazo de Home Run.
En
el frente de Abierto Mexicano de Diseño las cosas maduraron y la propuesta
comienza a ser clara para los participantes y sobre todo para los asistentes.
Las agendas y guías se publican con demasiado poco tiempo para planear una visita
ordenada así que hay que improvisar el recorrido sobre la marcha, sin duda las
áreas de oportunidad son muchas. Este año algunas de las iniciativas
periféricas a las sedes oficiales se vieron francamente desiertas y es me queda
poco claro si hay el público suficiente como para cubrir todos los eventos
planteados. Calidad y cantidad hacen falta, me pareció desafortunado que
algunos de los elementos centrales eran propuestas de segunda mano, refritos
que bien podrían haber sido ideas frescas. Sin duda la propuesta de Territorio
Creativo del Design Week logró romper este crítico factor solicitando a los
participantes que presentaran una pieza inédita, otro gran acierto.
En
particular Design Week se ha convertido en un evento abierto a todos,
incluyente y variado. Jóvenes talentos, universidades, empresas que comienzan,
una enorme cantidad de showrooms de todos los niveles, artistas y grandes
empresas tienen cabida en un programa que día a día llena de oportunidades para
aprender y enseñar. Diseño Contenido, Estructuras Efímeras, Visón y Tradición,
Territorio Urbano y la Ruta del Diseño daban cabida a todo tipo de propuestas e
inquietudes. Lo que comenzó como una elitista reunión de firmas importadas en
espacios limitados de la zona más acaudalada de la ciudad se ha ido derramando
a toda una zona urbana y con una diversidad apabullante de propuestas.
Entorno
al primer cuadro de la ciudad las propuestas de este año vieron repetir a
muchas iniciativas y firmas de diseño que buscan un lugar en el mercado.
Centrados principalmente en el modelo de autoproducción lo presentado muestra
como se consolida una pequeña industria del diseño que, sin necesidad de los
grandes capitales, produce artículos de calidad.
Triste
notar como los principales actores industriales del mundo del interiorismo, los
acabados y la construcción duermen. Han dado por descontado que sus métodos de
comunicación, innovación y mercadeo son modelos infalibles y vierten sus
inversiones por antiguos canales a punto de ser superados. Los gigantes duermen
el sueño del marketing y una enorme cantidad de protagonistas y talentosos
empresarios del diseño los rebasan a toda velocidad, estoy seguro que veremos
su desesperado despertar en breve clamando un espacio que nunca les perteneció.
No
hay vuelta atrás, el mundo del diseño, el interiorismo y la arquitectura consolidó
este octubre la visión sobre su futuro. Nominaciones como la del ICSID y el
apoyo de importantes instituciones están trazando el futuro para estas
vigorosas empresas, es importante mantenerse en el tren y no perder el ritmo
¿Tú dónde estás parado?
Fotografías por Lorenzo Díaz
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