De más conferencias y eventos

La etapa final de un concurso de arquitectura -como participante- generalmente demanda aceleración y concentración adicional a la de cualquier día. A veces, dependiendo de la escala de la competencia, pierdes la noción del tiempo ajeno a la fecha límite de entrega. El pasado martes enviamos uno a tierras lejanas (insistiendo en los concursos internacionales), con la satisfacción de haber cumplido con el deber (de haber dado el mejor esfuerzo), mismo día en que iniciaron los festejos del 50 aniversario de la Universidad Anáhuac, mi alma máter, y con la sensación de que todo vuelve a su velocidad cotidiana. Circunstancial a fin de cuentas (felicito a mis colaboradores “deseándonos” éxito), inicio esta reincorporación al mundo con agradecimientos pendientes antes que nada.