Por: Marcos Betanzos* @MBetanzos
“El engaño es tan grande que no hay manera de entrar en la casa sin acabar topándose con él. Es un engaño caro, además, y puede que ahí empiece la falsedad”. Xavier Velasco
Por fin hemos dejado de ver rostros inexpresivos en letreros y anuncios colocados con descaro: millones de palabras que mantenían secuestrada toda ciudad y su imagen. Promesas y confrontaciones; un mundo sin sentido para el ciudadano, pero una oportunidad pasajera de visibilidad y dominio para el político. Casi un paraíso para aquellos que hacen del vacío el argumento y de la imagen una burla.

Por fin hemos dejado de ver rostros inexpresivos en letreros y anuncios colocados con descaro: millones de palabras que mantenían secuestrada toda ciudad y su imagen. Promesas y confrontaciones; un mundo sin sentido para el ciudadano, pero una oportunidad pasajera de visibilidad y dominio para el político. Casi un paraíso para aquellos que hacen del vacío el argumento y de la imagen una burla.