
Este año, el proyecto se encuentra en medio de la celebración por sus 35 aniversario, y lo hace manteniendo una vigencia y un funcionamiento quizá nunca imaginado, con nuevos desafíos, conflictos varios por resolver -sobre todo en cuestión de mantenimiento y seguridad- pero con una bocanada de aire fresco que recae en la visión atípica de convertirse en un referente de la ciudad no sólo como una infraestructura comercial sino como un símbolo del país a nivel cultural y artístico, abriéndose como nunca lo había hecho a nuevos sectores de la población que jamás han visto en este lugar una posibilidad de visita.